¿Qué tratamientos para la osteoartritis de rodilla se ha demostrado que funcionan?
Pérdida de peso
Si tiene sobrepeso, perder peso puede reducir el dolor de rodilla y mejorar la función. La mayoría de los beneficios ocurren una vez que ha perdido al menos 5% a 10% de su peso corporal.
Ejercicio regular de bajo impacto
Se ha demostrado que los ejercicios de bajo impacto, como ciclismo, remo, natación, aeróbic acuático, caminar y tai chi reducen el dolor y mejoran la función. Deben evitarse las actividades de alto impacto que impliquen correr y saltar.
Un fisioterapeuta puede ayudarlo a diseñar el plan de ejercicios adecuado para usted.
Medicamentos
Para los síntomas leves, los medicamentos tópicos aplicados a las rodillas, como el gel de diclofenaco, alivian el dolor y tienen pocos efectos adversos.
Los medicamentos antiinflamatorios no esteroides, como el ibuprofeno y el naproxeno, son los medicamentos orales más efectivos para la osteoartritis. Deben tomarse bajo la guía de un médico para garantizar un uso seguro. Hable con su médico antes de comenzar a tomar estos medicamentos y evite el uso constante a largo plazo.
Las inyecciones de esteroides en la rodilla pueden proporcionar días o semanas de beneficios para algunas personas con síntomas más avanzados. Las inyecciones frecuentes pueden dañar la articulación de la rodilla con el tiempo.
Algunas evidencias sugieren que los medicamentos recetados, como la duloxetina, pueden proporcionar un pequeño beneficio para algunas personas.
No se recomiendan los opiáceos tales como hidrocodona y oxicodona.
Cirugía
Si tiene dolor y falta de función a pesar del tratamiento y la terapia física, debe hablar de un reemplazo total de rodilla con su médico de atención primaria.
¿Hay terapias que debo evitar?
Hay muchas terapias promovidas para la artritis de rodilla que no tienen evidencia consistente de beneficio. Estos tratamientos suelen ser costosos y comercializados agresivamente: plantillas o zapatos médicos especiales; glucosamina, condroitina y otros suplementos; inyecciones de ácido hialurónico o plasma rico en plaquetas; tratamientos con células madre; y cirugías artroscópicas que incluyen desbridamiento o meniscectomía parcial.
Pérdida de peso
Si tiene sobrepeso, perder peso puede reducir el dolor de rodilla y mejorar la función. La mayoría de los beneficios ocurren una vez que ha perdido al menos 5% a 10% de su peso corporal.
Ejercicio regular de bajo impacto
Se ha demostrado que los ejercicios de bajo impacto, como ciclismo, remo, natación, aeróbic acuático, caminar y tai chi reducen el dolor y mejoran la función. Deben evitarse las actividades de alto impacto que impliquen correr y saltar.
Un fisioterapeuta puede ayudarlo a diseñar el plan de ejercicios adecuado para usted.
Medicamentos
Para los síntomas leves, los medicamentos tópicos aplicados a las rodillas, como el gel de diclofenaco, alivian el dolor y tienen pocos efectos adversos.
Los medicamentos antiinflamatorios no esteroides, como el ibuprofeno y el naproxeno, son los medicamentos orales más efectivos para la osteoartritis. Deben tomarse bajo la guía de un médico para garantizar un uso seguro. Hable con su médico antes de comenzar a tomar estos medicamentos y evite el uso constante a largo plazo.
Las inyecciones de esteroides en la rodilla pueden proporcionar días o semanas de beneficios para algunas personas con síntomas más avanzados. Las inyecciones frecuentes pueden dañar la articulación de la rodilla con el tiempo.
Algunas evidencias sugieren que los medicamentos recetados, como la duloxetina, pueden proporcionar un pequeño beneficio para algunas personas.
No se recomiendan los opiáceos tales como hidrocodona y oxicodona.
Cirugía
Si tiene dolor y falta de función a pesar del tratamiento y la terapia física, debe hablar de un reemplazo total de rodilla con su médico de atención primaria.
¿Hay terapias que debo evitar?
Hay muchas terapias promovidas para la artritis de rodilla que no tienen evidencia consistente de beneficio. Estos tratamientos suelen ser costosos y comercializados agresivamente: plantillas o zapatos médicos especiales; glucosamina, condroitina y otros suplementos; inyecciones de ácido hialurónico o plasma rico en plaquetas; tratamientos con células madre; y cirugías artroscópicas que incluyen desbridamiento o meniscectomía parcial.
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