¿Qué es la menopausia?
La menopausia se define como el momento en la vida de una mujer cuando cesan sus períodos menstruales. En promedio, esto sucede alrededor de los 50 años de edad. En la menopausia, los ovarios producen niveles más bajos de las hormonas estrógeno y progesterona.
¿Cuáles son los síntomas de la menopausia?
Más de las tres cuartas partes de las mujeres que pasan por la menopausia experimentan síntomas. Para muchas mujeres, los síntomas son leves. Algunas mujeres tienen síntomas graves que interrumpen las actividades diarias normales, el trabajo y el sueño. Muchas mujeres experimentan “sofocos”. Esta es una sensación de calor intenso sobre el pecho y la cara que dura unos minutos. También puede estar asociado con la sudoración. Los sofocos que ocurren por la noche se denominan “sudores nocturnos” y pueden interrumpir el sueño. También puede ocurrir sequedad vaginal. Esto puede provocar molestias, especialmente durante las relaciones sexuales. Otros problemas cognitivos comúnmente experimentados en la mediana edad, como cambios de humor, fatiga, depresión y dificultad para concentrarse, a menudo no están relacionados con los cambios hormonales de la menopausia. Los síntomas de la menopausia no conducen a problemas de salud. Por lo general, se resuelven solos en menos de 5 años.
¿Qué es la terapia hormonal para la menopausia?
La terapia hormonal es un medicamento que contiene estrógeno y, a veces, progesterona. Puede venir en diferentes formulaciones, como píldoras orales, parches para la piel, cremas para la piel, inyecciones, cremas vaginales e insertos vaginales. Las píldoras y los parches hormonales son efectivos para aliviar los sofocos y los sudores nocturnos. Los tratamientos tópicos, como las cremas de estrógeno, pueden ser efectivos para aliviar los síntomas vaginales. Tienen menos riesgo que las píldoras hormonales.
¿La terapia hormonal mejora mi salud general?
En el pasado, la terapia hormonal se recomendaba en mujeres sin síntomas menopáusicos para prevenir enfermedades crónicas como la osteoporosis (debilidad de los huesos) y enfermedades del corazón. Sin embargo, la terapia hormonal ya no se recomienda con el fin de prevenir enfermedades. La investigación ha demostrado que aunque el estrógeno afecta los niveles de colesterol, no mejora la salud del corazón. En algunos casos, la terapia hormonal puede aumentar el riesgo de ataque cardíaco o accidente cerebrovascular. Esto es especialmente cierto en mujeres mayores con antecedentes de enfermedad cardiovascular. Las investigaciones han demostrado que la terapia hormonal puede ayudar a prevenir fracturas. Sin embargo, existen otros medicamentos que producen un beneficio similar con menos riesgo.
¿Cuáles son los riesgos de tomar la terapia hormonal?
Existe un pequeño aumento del riesgo de desarrollar cáncer de mama en mujeres posmenopáusicas que toman terapia hormonal durante un período prolongado. La terapia hormonal puede aumentar el riesgo de coágulos de sangre, especialmente en personas que toman terapia hormonal oral y consumen tabaco. El estrógeno aumenta el riesgo de cáncer de endometrio; la adición de progesterona evita este aumento del riesgo. Las mujeres que tienen útero solo deben usar terapias que contengan estrógeno y progesterona.
¿Es seguro tomar terapia hormonal para mis síntomas?
Los riesgos de la terapia hormonal son pequeños para la mayoría de las mujeres de 50 años, pero aumentan en las mujeres mayores. Cuando sus síntomas mejoren, debe dejar de tomar hormonas. Usar la dosis efectiva más baja de hormonas y evitar el tabaco puede reducir el riesgo de efectos negativos para la salud. Hablar con su profesional de la salud acerca de la terapia hormonal puede ayudarlo a tomar una decisión más informada.
¿Cuáles son otros tratamientos para los síntomas de la menopausia?
Los lubricantes/humectantes no hormonales de venta libre pueden ayudar con la sequedad vaginal. Los medicamentos no hormonales, como ciertos medicamentos antidepresivos, pueden ser útiles para los sofocos. El ejercicio regular puede mejorar síntomas como el insomnio, la depresión y la fatiga. Los suplementos como los productos de soya y el cohosh negro y los tratamientos hormonales sin receta no están regulados por la Administración de Drogas y Alimentos de los EE. UU. Estos tratamientos no se recomiendan debido al beneficio desconocido y la posibilidad de daño.
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