jueves, 12 de julio de 2018

SEGG. Sentimientos y emociones del cuidador.

Cuidar significa luchar por alguien que queremos, donde a veces tu vida personal pasa a un segundo plano, y muchas veces cambias el YO por el TU.
Cuidar no significa sólo dificultades, cuidar es una de las experiencias vitales más satisfactorias y conmovedora que se han encontrado.
Cuando cuidamos ¿Por qué lo hacemos?, por: Amor, gratitud, deber moral, reciprocidad, obligación, sentimientos de culpa, evitar censuras, altruismo, etc.

El cuidador es un valor añadido, para la persona cuidada, dándole seguridad, apoyo, acompañamiento, le hace sentirse querido, siendo en muchas ocasiones su referente, y en el que deposita su confianza total.

Hay funciones importantes que desempeña el cuidador, como ser el informador de la situación y evolución del estado de salud de la persona dependiente y también participa de una manera activa en la toma de decisiones de la vida de la persona mayor dependiente, pero el cuidador debe respetar las decisiones y las preferencias del mayor dependiente siempre que la situación de este lo permita.

SENTIMIENTOS QUE ACOMPAÑAN AL CUIDADOR:
  • Soledad
  • Tristeza
  • Culpa
  • Miedo
  • Ira o enfado
  • Autocompasión

SENTIMIENTO DE SOLEDAD Y AISLAMIENTO

Estos sentimientos pueden aparecer por pérdida de contactos sociales debido a:
  • El tiempo que dedicamos a proporcionar los cuidados.
  • Las preocupaciones y el cansancio que conlleva cuidar restan ganas de salir de casa y participar en actividades sociales o de ocio.
Por qué aparece el sentimiento de soledad en los cuidadores
  • No querer ser una preocupación ni una molestia para nuestros amigos y familiares contándoles una vez más nuestros problemas.
  • No disfrutar de las relaciones con amigos ni del tiempo que pasamos con ellos pues nuestro pensamiento esta con la persona que cuidamos.
  • No sentir que los demás puedan comprender nuestra realidad de cada día y las dificultades de cuidar.
Como afrontar la soledad
  • Aprenda a poner límites al cuidado y permítase compartir tiempo con los amigos y personas con las que nos sentimos apoyadas.
  • Defina prioridades y actúe de acuerdo a ellas, busque la ayuda de otras personas, (profesionales, familiares, otros cuidadores).
SENTIMIENTO DE TRISTEZA
  • Es un sentimiento muy común entre los cuidadores.
  • Es uno de los mayores enemigos de los cuidadores.
  • Es un sentimiento lógico y difícil de abordar.
  • Es un modo de reaccionar ante una situación que genera tensión emocional.
  • Es una situación que impide disfrutar el logro de un cuidado exitoso.
La tristeza supone un gasto de energía enorme, nos deja sin fuerza y capacidad para cuidar a la persona que cuidamos y a nosotros mismos.

Cómo combatir la tristeza
  • Ser tolerante con uno mismo.
  • Entender que es un sentimiento normal y no caer en la autocrítica ni exigirnos en demasía.
  • Potenciar el sentido del humor.
  • Realizar actividades gratificantes.
Lo mejor contra la tristeza es intentar realizar todo aquello que la tristeza nos impide

Cómo afrontar la tristeza
  • No marcarse metas excesivas que no se puedan cumplir.
  • Mantener el sentido del humor.
  • Buscar el lado positivo de las cosas.
  • Buscar relaciones sociales y considerarlas importantes en esta etapa.
  • Realizar ejercicios físicos.
SENTIMIENTO DE CULPA
Aparece
  • Por tener que tomar decisiones difíciles respecto a la salud y los cuidados de la persona atendida.
  • Por no canalizar hechos del pasado.
  • Por tener metas demasiado altas y excesivos “deberías”.
  • Por tener sentimientos negativos.
  • Por tener en un futuro que afrontar una posible institucionalización.
  • Por dedicarse tiempo a sí mismo, pensando que lo restas del tiempo dedicado a cuidar.
Por qué aparece el sentimiento de culpa
  • Por creer restar tiempo del cuidando de nuestro familiar si dedicamos “algo de tiempo” a nuestras amistades u ocio.
  • Desear en algún momento que el familiar fallezca (para que deje de sufrir o para “liberarse” de una situación de crisis).
  • Discusiones con otros miembros de la familia que no colaboran en el cuidado.
  • Descuidar otras responsabilidades familiares.
Estrategias para hacer frente a los sentimientos de culpa
  • Identificar los sentimientos de culpa.
  • Analizar sus causas.
  • Expresarlos.
  • Aceptarlos.
  • Saber perdonarse, reconocer los propios límites como cuidadores y plantearnos metas posibles.
SENTIMIENTO DE MIEDO
  • A no estar a la altura de poder proporcionar los cuidados necesarios.
  • A no poder cuidar debido al propio cansancio.
  • A la evolución de la enfermedad y/o la incapacidad.
  • A que la persona cuidada empeore.
  • A la muerte.
“El miedo se debilita al compartirlo” SENTIMIENTO DE ENFADO E IRA
  • Por sobrecarga de cuidados.
  • Sensación de sentirse atrapado a la situación de cuidar.
  • Percibir que los demás no nos apoyan como debieran.
  • Sensación de vergüenza ante determinados comportamientos de la persona que cuidada.
SENTIMIENTO DE AUTOCOMPASIÓN
La autocompasión consiste en sentir pena o lástima por uno mismo, aunque puede aparecer disfrazado de pena o compasión por la situación de otros y/o por la muerte o pérdida de un ser querido.
  • Es la sensación de sentirnos débiles e incapaces para conseguir los objetivos.
  • Percibir la realidad “deformada”.
  • Es sentirse sin capacidad para controlar las necesidades del cuidado y que el control está fuera de nuestro alcance.
Como afrontar la autocomplacencia
  • Reconociendo que los problemas que surgen al proporcionar los cuidados son normales e inevitables.
  • Que todos los cuidadores tenemos problemas en mayor o menor medida ante determinadas situaciones.
  • Aceptando que el control de los problemas no está fuera de nosotros mismos, que siempre podremos solucionarlos o al menos mejorarlos.
Ángeles García Antón
Trabajadora Social. Coordinadora del Grupo de Trabajo sobre la Ley de Dependencia de la SEGG.

martes, 10 de julio de 2018

Sefap recuerda que, para adelgazar, los fármacos son la última opción.

La Sociedad Española de Farmacéuticos de Atención Primaria (Sefap) ha emitido un comunicado, en relación con la utilización de fármacos para adelgazar, y ha señalado que, según las guías actuales, "el uso de fármacos para adelgazar se debe considerar solamente en aquellos pacientes que no puedan conseguir una pérdida de peso deseable con los cambios de hábitos, actividad física y dieta". Además, tal como destaca Laia Robert, miembro de la Sociedad y especialista en Información de Medicamentos, "deberían utilizarse siempre bajo supervisión médica, tanto en lo que respecta a su consumo como a las dosis recomendadas".
La experta recuerda que, además de no estar financiados por el SNS y suponer un importante coste para el paciente, los riesgos asociados a este tipo de fármacos "no justifican, salvo en casos extremos, los beneficios aportados, ya que suelen tener un impacto muy modesto y una vez suspendido su uso se recupera el peso".
Sobre las citadas guías clínicas, Sefap apunta que el tratamiento del sobrepeso y la obesidad debe iniciarse con una terapia no farmacológica que incluya educación y cambios nutricionales (principalmente la restricción de la ingesta calórica), cambios de hábitos e incremento de la actividad física.

La elección debe guiarla el médico

Y en caso de que estas pautas no funcionen y se necesite de verdad tratamiento, Ángel Mataix, presidente de la Sefap, subraya que "la decisión de utilizar uno u otro tratamiento corresponde al médico y es indispensable para la seguridad de los pacientes evitar la automedicación, ya que este tipo de fármacos pueden generar efectos adversos como la incontinencia fecal, cálculos renales, náuseas, aumento de la presión arterial, hipoglucemias o cefaleas".
De hecho, desde Sefap recuerdan que estos medicamentos se han asociado a lo largo de su historia con diversos problemas de seguridad, que han llevado a la retirada del mercado de 25 de ellos entre 1960 y 2009. Robert opina, en todo caso, que esta situación "no debería causarnos alarma, ya que los medicamentos aprobados en la actualidad tienen un perfil de seguridad aceptable, pero sí hacernos ver la importancia de utilizar este tipo de fármacos solamente cuando el médico lo considera necesario, en las dosis adecuadas, y durante un tiempo limitado".

lunes, 9 de julio de 2018

¿ Y ahora que hago?. Valsartan.


Pirámide actividad física.


Instituto Andaluz de la Mujer. GUÍAS PARA MADRES Y PADRES CON HIJAS ADOLESCENTES QUE SUFREN VIOLENCIA DE GÉNERO.
















El Instituto Andaluz de la Mujer ha realizado La Guía para madres y padres con hijas adolescentes que sufren violencia de género con la finalidad de detectar e intervenir, desde el ámbito familiar, con las chicas jóvenes que sufren violencia machista.

¿De qué se trata?

Es una herramienta para ayudar a las familias a afrontar la violencia de género que sufren sus hijas, así como para facilitar pautas de intervención a profesionales que trabajan en ámbitos relacionados con menores.

¿ A quién va dirigida?

Principalmente a madres y padres, pero los contenidos pueden ser de utilidad para otras personas adultas que, por su cercanía (profesional o familiar) a las adolescentes, puedan apoyar a la joven que sufre violencia de género

¿ En qué consiste?

Es una Guia descargable desde la página web del IAM que recoge orientaciones y herramientas específicas para el abordaje familiar de esta problemática.
La información contenida en la Guía se recoge de manera más esquemática en un Cuaderno (descargable también desde la página web del IAM) que, en un formato más accesible, permita a madres y padres obtener la información necesaria.

¿Qué ofrece?

Información, orientación y estrategias para abordar desde el contexto familiar la situación de violencia de género que sufre la adolescente.
Aunque ofrece pautas para el abordaje inical de la problemática, está principalmente enfocada a las actuaciones a medio y largo plazo que van a contribuir junto con el apoyo profesional especializado a la recuperación de la adolescente que sufre violencia de género.
Incluye un apartado de orientaciones para las y los profesionales que por sus funciones puedan realizar una primera intervención con la menor y/o su família que permita una adecuada acogida, orientación y derivación a los servicios especializados.Enlaces a la guías

miércoles, 4 de julio de 2018

SER. ¿Es posible viajar a países exóticos? ¿Qué no se puede olvidar meter en la maleta? ¿Cómo y cuánta medicación llevar?.

¿Es posible viajar a países exóticos? ¿Qué no se puede olvidar meter en la maleta? ¿Cómo y cuánta medicación llevar? ¿Qué pasa si quien va de viaje es un niño? ¿Cómo protegerse de los peligros del sol?
Durante la época estival son frecuentes los viajes o escapadas vacacionales. Sin embargo, algo que parece trivial puede no serlo para las personas que padecen una patología crónica como son las enfermedades reumáticas y autoinmunes sistémicas. Por ello, desde la Sociedad Española de Reumatología (SER) hemos lanzado los siguientes diez consejos que pueden resultar muy útiles para los pacientes con y contribuir a su descanso vacacional:
1.- Llevar siempre un informe actualizado.
En caso de necesitar asistencia médica durante un viaje, ya sea relacionada con la enfermedad reumatológica o no, es importante tener a mano un informe actualizado con el diagnóstico y los tratamientos crónicos que se toman. Sería muy recomendable, además, que si se trata de un viaje al extranjero el informe esté traducido.
2.- Niños con enfermedades reumatológicas en verano.
En el caso de niños que vayan a campamentos o similares es importante, además de llevar el informe actualizado, que los padres contacten directamente con los monitores para que estos conozcan el grado de limitación para realizar actividades (si existe), los horarios de las medicaciones, y los cuidados especiales que el niño puede necesitar y que se describen en el resto de este decálogo.
 3.- Llevar medicación suficiente y organizada.
Los pacientes deben planificar los días que se van de vacaciones y cuánta medicación necesitan llevar. Es recomendable llevar una cantidad algo mayor de la necesaria por si hay algún problema (especialmente de medicaciones para el dolor por si hace falta tomar más dosis por un brote), y también es buena idea en caso de viajes con facturación de maletas llevar la medicación con uno mismo para evitar perder dosis en caso de pérdida de equipaje.
4.- Vacunación para viajes exóticos.
Si un paciente tiene programado un viaje a zonas que requieran vacunaciones especiales (por ejemplo, fiebre amarilla) debe avisar con suficiente antelación al reumatólogo de referencia, ya que en caso de tratamientos inmunosupresores (metotrexato, leflunomida, fármacos biológicos, etc.) hay muchas vacunas que tienen prohibida su administración, e incluso hay países que exigen un documento especial que explique por qué no se puede poner algunas vacunas (ya que son obligatorias para entrar).
5.- La gota no descansa en verano.
Habitualmente asociamos los brotes o el inicio de gota con la Navidad al estar expuestos a alimentos con alto contenido en ácido úrico y además en grandes cantidades. Sin embargo, en verano estos alimentos reaparecen: mariscos, bebidas alcohólicas (también la cerveza sin alcohol), barbacoas con carne roja, etc. Por lo tanto, los pacientes con gota tienen que mantener el cuidado en su alimentación.
6.- Conservación de medicaciones subcutáneas.
Muchos pacientes se administran metotrexato o tratamientos biológicos subcutáneos, y es importante que sepan que deben mantenerse a una temperatura máxima de 25º. Por tanto, debemos recordarles que si planifican viajes deben controlar la temperatura en el traslado y también al almacenarlos al llegar. Ante la duda, los pueden transportar en una nevera con placas de hielo y después mantenerlos en un frigorífico y sacarlos 30 minutos antes de administrárselos.
7.-  Síndrome antifosfolípido y viajes largos.
Los pacientes que tengan diagnosticado un síndrome antifosfolípido y realicen viajes largos en los que apenas puedan moverse tienen un riesgo aumentado de padecer una trombosis. Por esto, aparte de las recomendaciones habituales de hacer paradas cada 2 horas y caminar (si van en coche) o de hacer ejercicios con las piernas y pasear por el pasillo (si van en avión), deben comentárselo a su reumatólogo por si es necesario añadir una dosis de heparina para prevenir problemas.
8.- Síndrome de Sjögren y sequedad.
Durante los meses de verano las altas temperaturas, el aumento de horas de sol y los aires acondicionados son grandes enemigos de los síntomas de sequedad en ojos y boca de los pacientes con Sjögren. Es importante que aumenten la administración de gotas en los ojos, que eviten en la medida de lo posible exponerse a aires acondicionados potentes, y que usen gafas de sol de calidad y de tamaño grande que cubra bien los ojos.
9.- El sol y los medicamentos reumatológicos.
Algunos medicamentos que se usan habitualmente en Reumatología como el metotrexato o la salazopyrina producen fotosensibilidad, lo que quiere decir que al exponerse al sol pueden aparecer erupciones cutáneas. Por norma general en pacientes con tratamientos reumatológicos crónicos es recomendable usar cremas de factor total de calidad al menos 30 minutos antes de salir a la calle, renovándolas cada pocas horas y evitar tomar el sol de forma directa.
10.- El sol y las enfermedades reumatológicas.
Algunas enfermedades como el lupus o la dermatomiositis pueden tener brotes no solo en la piel sino a otros niveles si estos pacientes se exponen al sol. Por eso es importante seguir de forma muy rigurosa las recomendaciones del punto previo y aumentar esta protección del sol con ropa que cubra más la piel, gorras, sombreros de ala ancha o incluso paraguas.

* Decálogo realizado con la colaboración de la Dra. Cristina Macía, reumatóloga del Hospital Severo Ochoa de Leganés (Madrid).


martes, 3 de julio de 2018

SER. Diez consejos para pacientes con espondiloartritis.

Las espondiloartropatías o espondiloartritis son una familia heterogénea de enfermedades reumáticas que comparten características clínicas, patogénicas, genéticas, radiológicas, epidemiológicas y de respuesta terapéutica, lo que permite diferenciarlas de otras enfermedades inflamatorias del aparato locomotor.
Dentro de esta familia de enfermedades se encuentran la espondiloartritis axial y la artritis psoriásica, así como las artritis relacionadas con la enfermedad inflamatoria del intestino y las artritis reactivas a infecciones.
Sobre estas patologías, que afectan al menos a medio millón de pacientes en España, han debatido los especialistas en Reumatología reunidos en la II edición de ‘Lo Mejor del Año en Espondiloartritis’, que se ha celebrado en Sevilla los días 29 y 30 de junio.
Con ayuda de los Dres. Victoria Navarro y Rubén Queiro, coordinadores del curso, y la Dra. Raquel Almodóvar, delegada de la Comisión de Docencia y Formación de la SER en dicho curso, hemos elaborado el siguiente decálogo con consejos para pacientes con espondiloartritis:
  1. NO FUMAR. Diversos estudios han demostrado que el tabaco se asocia a que la enfermedad esté más activa, exista mayor daño estructural a nivel de la columna y peor estado de salud, respuesta y adherencia a terapias. Aunque al principio le resulte difícil, el abandono del hábito tabáquico contribuirá a que mejore su enfermedad.
  2. HACER EJERCICIO. Este debe adaptarse a los gustos y condiciones de cada paciente. Los beneficios de realizar una actividad física con regularidad que se han observado en estudios científicos realizados específicamente en personas con espondiloartritis son los siguientes:
    • Disminución de la inflamación (actividad inflamatoria).
    • Mejoría de la función física. Aumenta la capacidad de realizar tareas que requieren esfuerzo físico.
    • Los ejercicios mejoran la capacidad de la caja torácica de expandirse y la cantidad de aire que es posible introducir en los pulmones.
    • Mejoría de la movilidad y flexibilidad vertebral. Disminución de la sensación de rigidez.
    • Mejoría del estado de ánimo, ansiedad y aumento de la sensación de bienestar.
    • Disminución del dolor.
    • Mejoría de la forma física.
    • Mejoría calidad de vida.
    • Disminución de la fatiga.
    • Mejoría del sueño y descanso nocturno.
  3. CUIDAR LA ALIMENTACIÓN. Las recomendaciones en la alimentación para los pacientes con espondiloartritis son las mismas que para la población general: evitar la obesidad y hacer una dieta mediterránea y equilibrada, controlando las dietas con excesivas calorías y evitando alimentos con alto contenido en colesterol. Además, conviene evitar el consumo de alcohol, ya que estas bebidas limitan el uso de aquellos medicamentos que pueden afectar al hígado. Por otro lado, recientemente hay datos de que la obesidad se relaciona con peor respuesta a las terapias.
  4. HABLAR CON EL REUMATÓLOGO. Cada paciente es distinto y sus hábitos de vida también lo son, por ello es importante que hable con su reumatólogo, le exponga sus dudas y tomen decisiones conjuntas, de manera que los profesionales puedan dar a cada paciente una atención y tratamiento específico.
  5. INFORMARSE SOBRE LA ENFERMEDAD. El paciente debe estar informado sobre su enfermedad y tratamiento para tomar decisiones consensuadas junto a su médico. Para ello es importante que pregunte sus dudas al reumatólogo y si busca información por su cuenta, por ejemplo, en internet, lo haga en páginas cuyo contenido esté elaborado por profesionales médicos y avalado por alguna institución, como la web de la Fundación Española de Reumatología.
  6. SEGUIR LA MEDICACIÓN PAUTADA. Cuando la persona logra controlar la enfermedad pueden mejorar sus síntomas y su calidad de vida, para ello es importante acudir a las citas con el reumatólogo y realizarse los análisis y las pruebas médicas que le indiquen. Así como, no abandonar ni alterar la medicación pautada por el médico sin que éste lo diga. Mantener la enfermedad controlada es fundamental para que no dé lugar a enfermedades asociadas, como problemas cardiovasculares o diabetes, que pudieran agravar la calidad de vida del paciente.
  7. MANTENER UNA HIGIENE ADECUADA DE LA BOCA. Es conveniente acudir a revisiones odontológicas y mantener una higiene dental adecuada, ya que se ha observado que las personas que tienen inflamaciones de las encías y dientes (periodontitis) tienen más probabilidad de padecer otras enfermedades inflamatorias.
  8. CUIDAR LAS RELACIONES SOCIALES. Tener la mente ocupada, una actitud positiva y hacer planes mejorará su estado de ánimo. Sus amigos y familiares pueden ayudarle con apoyo emocional, comprendiendo y aceptando sus limitaciones y prestándole ayuda física, para ello es importante que hablé con ellos sobre su enfermedad. Asimismo, puede resultarle útil pertenecer a alguna asociación de pacientes, en las que encontrará personas que conviven con su misma enfermedad y le podrán dar apoyo con algunas dudas o necesidades que le puedan surgir.
  9. EVITAR EL ESTRÉS. Es importante descansar correctamente y dormir las horas suficientes, puesto que el descanso nocturno resulta fundamental para encontrarse bien física y mentalmente.
  10. OJO ANTE LOS DOLORES ABDOMINALES. Las espondiloartritis se encuentran asociadas con otras patologías inflamatorias, como la enfermedad inflamatoria intestinal (enfermedad de Crohn y colitis ulcerosa). Por eso, ante síntomas como dolores abdominales frecuentes, diarrea o pérdida de peso injustificada, se debe consultar con el reumatólogo porque es posible que le tenga que derivar a un especialista del Aparato Digestivo.