martes, 11 de agosto de 2015

La solución al reflujo gástrico no es un pastilla. Blog Panamericana.



Si es usted de esas personas que sufre de acidez o reflujo gastroesofágico o tiene a alguien cercano que la padezca, lea con atención:
La solución a esta molestia, cada vez más común, podría estar en acciones tan simples como efectivas. Hasta ahora, se recomendaba cenar algo ligero y esperar al menos 3 horas antes de acostarse. Ahora un estudio publicado en The Journal of Clinical Gastroenterology, avala algo que la medicina tradicional china promueve desde hace años: la relación del nivel de ácido gástrico con la posición en que se duerme. Al parecer, DORMIR SOBRE NUESTRO LADO IZQUIERDO podría solucionar el problema.
La sensación de ardor se origina por la exposición del esófago a los contenidos ácidos del estómago (en la imagen que acompaña este articulo, aparecen en color naranja) que regresan hacia arriba debido a la relajación del esfínter. Este regreso se conoce como reflujo y puede convertirse en enfermedad de reflujo gastroesofágico si ocurre frecuentemente.
Como pueden ver en la imagen, cuando usted se acuesta sobre su lado izquierdo, el estómago “cuelga hacia abajo” y los líquidos se acumulan a lo largo de la curvatura mayor, lejos del esfínter esofágico inferior. Los líquidos, por tanto, permanecen más lejos del esófago. Problema solucionado, y lo mas importante: sin hacerse esclavo del bendito omeprazol y sus derivados (lansoprazol, pantoprazol, esomeprazol, etc), que NO SON ni mucho menos inocuos.
No les voy a decir que sean fármacos peligrosos porque no lo son (al menos, si se hace un uso ocasional y a la dosis adecuada) pero existen dos cosas que sí podrían causar alguna complicación:
1. Su abuso prolongado (tomar 1/día durante años)
2. Su automedicación (no requieren receta médica)
Una de las razones para no abusar de estos fármacos, es su clara asociación con el DÉFICIT DE VITAMINA B12, que podría terminar derivando en un daño neurológico, cansancio y fatiga crónica.
Uno no imagina que un déficit de una vitamina como la B12, pueda conducir a problemas como la demencia, anemia, mareos, cansancio y deterioro de la memoria, pero así parece ser. Tampoco es fácil pensar que el hecho de no acordarme de repente del nombre de mi vecina, tenga que ver con la pastillita que tomo para el reflujo y que el médico me recetó, pero así parece ser también.
La mayoría de casos de reflujo se pueden controlar con una dieta adecuada y con la técnica de dormir del lado izquierdo. Inhibir la secreción ácida a largo plazo mediante estos fármacos puede ser más cómodo, pero no les va a salir “gratis”.
Consulten a un buen experto en nutrición, además de a su gastroenterólogo, y encuentren una pauta dietética que les funcione lo suficientemente bien como para no estar atados de forma crónica a una pastilla.
Sus cuerpos lo van a agradecer. No les quepa duda.
http://blog.medicapanamericana.com/la-solucion-al-reflujo-gastrico-no-es-un-pastilla/

jueves, 6 de agosto de 2015

¿Cuál es la diferencia entre una radiografía, un TAC y una Resonancia?

Actualmente, todo el mundo maneja habitualmente términos como TAC o Scanner, Resonancia o Radiografía. Pero, ¿sabemos cuáles son las diferencias reales entre cada una y cuando se utiliza una u otra? Estas son dudas muy habituales entre mis pacientes que me preguntan porque utilizamos una u otra técnica.
La resonancia magnética funciona, como su nombre indica, mediante un campo magnético y ondas de radiofrecuencia.  Nos muestra los tejidos blandos del paciente, es decir músculos, ligamentos, meniscos, tendones, etc. Al ser un campo magnético, no tiene radiación alguna pero se prohíbe entrar con objetivos metálicos que puedan interferir en dicho campo. Está contraindicado explorar pacientes con implantes cocleares (oído), algunos tipos de válvulas cardiacas y clips vasculares.También está contraindicado la entrada con marcapasos, bioestimuladores, bombas de insulina que pueden quedar dañadas por el campo magnético .
El TAC o Scanner, en cambio, lanza una multitud de rayos X desde diferentes ángulos que son absorbidos en diferente medida por cada tipología de tejido devolviendo imágenes más o menos débiles. El TAC es una buena técnica para ver las lesiones óseas y lesiones internas, entre otras. Muchas veces necesita inyectarse un contraste en la vena para diferenciar los vasos sanguíneos y ver cómo se comportan los tejidos con dicha inyección.
Finalmente, la radiografía funciona de forma similar que el TAC pero sólo utiliza un único haz de rayos X y esto provoca que el TAC pueda llegar a ofrecer imágenes más detalladas.  De forma más resumida, podríamos decir que un TAC son muchas radiografías a la vez superpuestas y desde diferentes ángulos.
En resumen, en función del tipo de lesión, convendrá utilizar una u otra técnica e incluso combinar ambas.

Colegio de Médicos y Cirujanos de Costa Rica. EPOC.

¿Qué es EPOC?
La EPOC (enfermedad pulmonar obstructiva crónica) es una enfermedad pulmonar grave que, con el tiempo, hace que resulte difícil respirar. Puede que también haya oído que a la EPOC se la llama con otros nombres, como enfisema o bronquitis crónica. En las personas que tienen EPOC, las vías respiratorias (los tubos que llevan el aire hacia adentro y afuera de los pulmones) están parcialmente bloqueadas, lo que dificulta la entrada y salida de aire. También puede que los alvéolos de los pulmones pierdan su elasticidad y su forma.
Si la EPOC es grave, la falta de aire y otros síntomas pueden interferir, incluso con las actividades más básicas, tales como hacer tareas domésticas livianas, caminar, e incluso bañarse y vestirse.
¿De qué manera la EPOC afecta la respiración?
Las "vías respiratorias" son tubos que llevan el aire hacia adentro y afuera de los pulmones, a través de la nariz y la boca. Las vías respiratorias y los alvéolos de los pulmones son elásticos cuando están sanos; es decir, vuelven a su forma original después de haberse estirado o de haberse llenado de aire, tal como lo hace una banda elástica nueva o un globo. Esta calidad elástica ayuda a mantener la estructura normal del pulmón y ayuda a mover rápidamente el aire hacia adentro y hacia afuera.
En las personas con EPOC, los alvéolos ya no recuperan su forma original. Las vías respiratorias también pueden inflamarse o engrosarse más de lo normal, y la producción de mucosidad puede aumentar. Las vías respiratorias, ahora flojas, quedan bloqueadas u obstruidas, lo que hace aún más difícil que el aire pueda salir de los pulmones.
Síntomas
Muchas personas con EPOC evitan actividades que solían disfrutar porque se quedan sin aire más fácilmente.
Los síntomas de la EPOC incluyen:
Toser constantemente, lo que se conoce también como "tos del fumador"
Falta de aire al hacer actividades que solía poder hacer
Producción excesiva de esputo (catarro)
Sentir que no puede respirar
No poder inspirar profundamente
Silbidos
Si la EPOC es grave, la falta de aire y otros síntomas pueden dificultarle incluso las actividades más básicas, como hacer tareas del hogar livianas, caminar e incluso bañarse y vestirse.
La EPOC se desarrolla lentamente y puede empeorar con el tiempo; por lo tanto, informe a su médico o a su proveedor de atención médica sobre cualquier síntoma que pueda tener, lo antes posible, sin importar.
TRATAMIENTO
¡Deje de fumar! Este es el paso más importante para tratar la COPD (o cualquier otra neumopatía).
• Se pueden recetar medicamentos, incluidos los broncodilatadores (para dilatar las vías respiratorias), los
corticoesteroides inhalados (para reducir la inflamación de las vías respiratorias) y los antibióticos (que se utilizan para tratar la infección, en caso de haberla).
Generalmente, se utilizan varios medicamentos combinados para tratar la COPD.
• Algunas personas pueden necesitar terapia con oxígeno durante la noche, mientras realizan actividades o, en algunos casos, en forma permanente.
• La rehabilitación pulmonar, incluido el ejercicio, puede aumentar el estado funcional (capacidad para realizar actividades diarias).
• Para las personas que sufren de COPD se recomiendan las vacunas para prevenir la gripe y las enfermedades neumocócicas.
National Institutes of Health Department of Health and Human Services

Ciudad Sabina. Campaña de concientización sobre el cáncer de mama.


miércoles, 5 de agosto de 2015

El 30% del consumo de omeprazol, paracetamol e ibuprofeno es inútil.

El uso se ha convertido en abuso. La población concibe ya que algunos 'medicamentos-panacea' son la solución a la mayoría de los problemas banales y los consume sin medida. Una tendencia que los propios médicos de familia asumen, entonando el mea culpa, porque prescriben de forma desorbitada fármacos que, o no están indicados o no producen ningún efecto terapéutico.
Las tablas de consumo de fármacos evidencian que en los puestos más altos se hallan los protectores estomacales, analgésicos, antiagregantes, antiinflamatorios, ansiolíticos, hipnóticos, sedantes, antihipertensivos, diuréticos y antibióticos. Unas fórmulas que se toman cuando surge el mínimo síntoma y sin el rigor adecuado.
Precisamente, el medicamento que más se consume (omeprazol) «no está indicado en un 30% de los casos», según aclara el presidente en la Comunidad Valenciana de una de las principales sociedades científicas de médicos de primaria (Semergen), Vicente Gasull. De hecho, un estudio acaba de vincular la ingesta prolongada de éste y otros medicamentos similares con una carencia de la vitamina B12. El análisis, publicado en la revista 'Journal of the American Medical Association', constata que las personas que tomaron diariamente un medicamento del grupo de omeprazol durante dos o más años tenían un 65% más de probabilidades de tener niveles bajos de la citada vitamina que quienes no habían ingerido estos fármacos durante un periodo tan prolongado.
En la mayoría de los casos su uso «se inicia por prevención ante problemas gástricos o antiulcerosos pero acaba cronificándose y su toma diaria genera trastornos de otro tipo», aclara el responsable de la Sociedad Española de Medicina Rural y Generalista, quien reconoce que se podría prescindir de aproximadamente un tercio de su prescripción.
Ocurre lo mismo con los analgésicos y con los antiinflamatorios, como el paracetamol y el ibuprofeno, que han pasado a ser el componente más habitual en los botiquines de los hogares y de las empresas. «Es evidente que la población toma estos productos cuando sufre algún tipo de dolor, pero se debe calibrar mucho si la dolencia es suficiente para tomarlo de forma tan habitual porque no se dimensiona qué daños posteriores van a derivar de su ingesta continua» indica Gasull.
Más de ocho millones de españoles consumen dosis diarias de ibuprofeno superiores a las recomendadas -exceden el máximo de 1.200 miligramos por día-, según la Sociedad Española de Farmacia Comunitaria (Sefac), lo que puede derivar en problemas gástricos y cardiovasculares.

Complicaciones

Este consumo masivo produce problemas gástricos y renales que van desde diarreas, náuseas y vómitos hasta úlceras gástricas o duodenales que son unas de las principales complicaciones del tratamiento con ibuprofeno. Es en ese momento cuando se activa otro protocolo, porque los médicos se ven obligados a recetar protectores gástricos a aquellos pacientes que deben tomar ibuprofeno a diario, que en dosis altas también pueden provocar problemas del sistema nervioso como cefaleas. Algunos estudios incluso apuntan a un mayor riesgo de sufrir un infarto si se abusa de estos fármacos.
Vicente Gasull asume que en muchos casos son los propios médicos los que «por falta de tiempo» recetan estos fármacos que son los más recurridos. El propio sistema informático de la Comunidad Valenciana lanza alertas en los ordenadores de los facultativos cuando prescriben algún tipo de medicamento que puede generar males gástricos. «El médico se ve abocado a la prescripción porque el propio sistema es el que le advierte de que el paciente puede sufrir problemas y, ante la duda, acaba por recetar el omeprazol» describe el presidente de la sociedad de medicina de familia.
En otros casos, la falta de tiempo es la causa, porque los galenos «tenemos un tiempo limitado para poder cubrir las tarjetas SIP que nos asignan y hacen caso al paciente que, ante dolores leves, aseguran que con analgésicos se encuentra mejor», continúa el responsable de Semergen quien indica que con los ansiolíticos ocurre una situación muy parecida por su alto nivel de consumo.España es uno de los países de Europa que más consumo de ansiolíticos y antidepresivos presenta, «aunque la OMS recomienda que los tratamientos no superen las cuatro semanas».
Los 'fármacos-panacea' se consumen sin medida como solución a casi todos los males
Muchas personas no siguen las pautas fijadas. En el caso del ibuprofeno, uno de los problemas es que para dolor leve debería usarse el de 400 mg, pero mucha gente tiene el de 600 miligramos en casa de algún tratamiento anterior y lo utiliza indistintamente cuando en realidad es más fuerte y el resultado va a ser igual y le va a hacer el mismo efecto. El 80% de las unidades de ibuprofeno dispensadas en España corresponden al de 600 mg, algo que no pasa en el resto de Europa, dónde su hermano menor es el más vendido.
Una de cada 50 personas tiene dolor de cabeza por una ingesta excesiva de analgésicos, según un estudio del Instituto Nacional de Salud Británico. Los expertos advierten de que quienes toman ibuprofeno, aspirina o paracetamol al menos 15 días al mes corren el riesgo de que en lugar de aliviar su dolor, sufran más cefaleas. Los médicos sostienen que no es aconsejable tomar estos medicamentos más de diez días al mes.