martes, 14 de enero de 2014

EJERCICIO FISICO Y DIABETES

El ejercicio físico es esencial para mantener su buena salud. l Forma parte del tratamiento de la diabetes junto con la alimentación saludable y los medicamentos. l Si se realiza de forma periódica es bueno para todas las personas, pero para el diabético es indispensable. 
Entre los beneficios que reporta el ejercico físico cabe citar d  isminuir el nivel de azúcar en sangre durante y después de realizarlo, ayuda a nuestro cuerpo a utilizar mejor la insulina, lmejora la presión arterial y reduce el colesterol y otras grasas.        Junto con la dieta ayuda a perder peso l y mejora el sistema circulatorio. En este sentido, el jercicio físico paulatino, en aquellos pacientes con patología vascular periférica les ayuda a crear colaterales que podran suplir las áreas estenosadas.
Entre otros muchos beneficiós, además, mejora el tránsito intestinal, aumenta la flexibilidad articular,      previene la aparición de ulceras, ayuda a prevenir la osteoporosis y produce muchos beneficios psicológicos, disminuyendo la ansiedad y aumentando la autoestima.  

CÓMO DEBO REALIZAR EL EJERCICIO FÍSICO

El ejercicio físico debe ser adecuado a la edad, condición fisica y estado de salud. El tipo de ejercicio físico que el paciente con DM2 debe realizar debería ser valorado y supervisado por el equipo de salud (de medicina y/o enfermería) que atiende al paciente.
Existen unas premisas, que conviene tener en cuenta cuando se plantee un programa de ejercicios. En primer lugar, debería elegirse una o varias actividades físicas (mejor tener varias opciones para evitar la rutina), que estén de acuerdo con los gustos del paciente. El objetivo es que realizar el programa de actividades físicas no se convierta en una obligación, sino más bien en algo placentero. En segundo lugar, deben plantearse unas metas realistas, que el paciente pueda alcanzar sin sobrepasar los límites de sus capacidades musculares, osteoarticulares y, sobre todo, cardiovasculares (de estos límites hablamos más adelante). En tercer lugar, es mejor no realizar el ejercicio solo. Lo ideal es realizarlo en grupo o acompañado por otra persona que, con condiciones físicas similares, pueda servir de incentivo y haga mas amigable la actividad.
Teniendo en cuenta las condiciones anteriores, hemos de decir que, en muchas ocasiones el ejercicio puede estar integrado en las actividades diarias del paciente. Por ejemplo: ir andando al trabajo o dejar el coche aparcado a una cierta distancia para terminar el recorrido andando. También es buena opción utilizar bicicleta, especialmente si está disponible el carril bici (no olvidar que montar en bicicleta requiere de un cierto grado de flexibilidad y mantener unas condiones adecuadas de protección y visibilidad). Utilizar escaleras en lugar de ascensor. No usar los mandos a distancia. Si tiene un trabajo sedentario (como el que se realiza en la oficina, con el ordenador), vigilar la situación adecuada de ergonomia del puesto de trabajo y realizar alguna pausa para estirar la musculatura e incorporarse y andar unos metros cada cierto tiempo.
Lo ideal es reservar un espacio de tiempo diario para el ejercicio: 30 a 50 minutos. Y realizar ejercicio reglado al menos tres veces por semana. 

PRECAUCIONES AL HACER EJERCICIO 
Ya hemos hablado algo de las condiciones de seguridad, pero hay que insistir en este aspecto y tener en cuenta que es imprescindible ir correctamente identificado y que es mejor hacer ejercicio acompañado. 
Otro aspecto no menos importante es llevar aportes de glucosa para prevenir hipoglucemias relacionadas con el mayor consumo de energia en el ejercicio.Como aporte deberia llevarse siempre un azucar de absorción rápida, incluso unas tabletas de glucosa pura. Además es conveniente, según la duración del ejercicio, llevar otros alimentos como fruta o unas galletas. En el caso de antecentes de hipoglucemias o si el paciente no está acostumbrado a hacer ejercicio (especialmente al inicio de un programa de ejercicio fisico reglado), debe realizarse una automonitorizacion de glucemia antes y después. Ello puede ayudar al paciente a conocer sus requerimientos de energia, que debería aportar en forma de suplementos nutritivos. En este sentido es aconsejable respetar los horarios de las comidas (programa de alimentacion individualizado del paciente).
Nunca deberia realizarse ejercicio en ayunas o inmediatamente después de una comida. Es muy importante la adecuada hidratación. Deberia llevarse agua o alguna bebida isotónica, si se lo permite su regimen de alimentación. En cuanto al calzado y la ropa es imprescindibre que estos sean adecuados. El calzado deportivo debe ser cómodo y con la suficiente capacidad para ir bien sujeto al pié, lo que evitará rozaduras u otras lesiones. Deben utilizarse calcetines de fibras naturales (algodón, lino o lana), y nunca usar tejidos acrílicos o de otras fibras artificiales. Utilice ropas de colores claros y holgadas, de tejidos que permitan la transpiración.
PLANIFICACION DEL EJERCICIO
El calentamiento al inicio de la actividad fisica es muy importante. Con ello se evitan lesiones musculares o tendinosas y se consigue el aumento paulatino de la frecuencia cardiaca. Debería dedicar entre 5 y 10 minutos al calentamiento. Tambien es aconsejable cesar paulatinamente la actividad (enfriar). Debe comenzar poco a poco e ir aumentando la actividad, lo largo de las siguientes sesiones, a la par que va mejorando la condición física.l  Es necesario controlar la frecuencia cardiaca a lo largo del desarrollo de la actividad física. Es necesario conocer hasta que intensidad se debe elevar la actividad física. Ello se consigue conociendo la frecuencia cardiaca máxima (FCM = 220 - edad). La intensidad debe oscilar entre el 60 y 70 % de la FCM. Por ejemplo, en una persona de 60 años la FCM sería 220 - 60 = 160. La intensidad oscilaría, en este caso, entre 96 y 112 pulsaciones por minuto. La duración del ejercicio debería oscilar entre 30 y 60 minutos. Es deseable realizarlo de 3 a 5 veces por semana. Es conveniente comenzar con 3 sesiones semanales de 10 minutos e intensidad suave durante un mes y posteriormente incrementar la duración 5 minutos cada 15 días, aumentando progresivamente la intensidad y frecuencia hasta obtener el nivel acordado con el equipo de salud.
TIPOS DE EJERCICIO
En la mayoria de los casos el ejercicio aeróbico es el adecuado. La base de este tipo de ejercicio físico es una actividad moderada mantenida durante un periodo prolongado. Ello permite mantener una frecuencia cardiaca mas elevada pero estable. Desde el punto de vista metabólico el ejercicio aeróbico utiliza energia que se obtiene del óxígeno como "combustible", en un proceso que genera adenosin trifosfato (ATP) como vector de energia para la mayoria de las células. Durante este proceso los sustratos para obtener energia son en primer lugar los hidratos de carbono. La fuente principal es el glucógeno almacenado en músculos y en otros órganos como el hígado. En el paciente diabético los niveles elevados de glucosa en sangre disminuyen en este proceso. Si el ejercico se prolonga el metabolismo energético comienza a utilizar como sustrato la grasa. El metabolismo de la grasa para obtener energia es un proceso más lento y se acompaña de un descenso del rendimiento energético. En relación con la FCM el ejercicio puede clasificarse en suave, moderado y fuerte (Tabla 1).
Tabla 1
Los mayores beneficios se obtienen con el ejercicio moderado. Por encima del 85 % de la FCM al ejercicio se añade el componente anaeróbico. 
El ejercicio aeróbico mas común es caminar, pero existen otras muchas actividades muy aconsejables, que cumplen los objetivos aeróbicos como nadar, bailar, jugar a la petanca, etc.. En la Tabla 2 se recogen diferentes tipos de ejercicio y los consumos medios de calorias al desarrollar cada uno de ellos.

Tabla 2. Consumo medio en calorias por 30 minutos de ejercicio fisico en Kcal.
Tambien las actividades diarias pueden representar una fuente de actividad física sumamente deseable. En la Tabla 3 se recogen los consum,os energéticos de la mayoria de las actividades diarias.

Tabla 3. Consumo medio en calorias por 30 minutos de ejercicio fisico en Kcal.
CONTRAINDICACIONES Y RIESGOS DEL EJERCICIO FÍSICO
Existen determinadas situaciones en la DM2 que contraindican la realización del ejercicio físico. Una de ellas es la glucemia superior a 300 mg/dl, especialmente si la glucemia elevada se viene manteniendo desde hace unos días. En estos casos suele haber cetonuria, cuya presencia contraindica absolutamente el ejercicio.
Una historia de hipoglucemias frecuentes e imprevisibles, así como posibles dificultades para tratarlas, denotan una inestabilidad en la evolución de la enfermedad y contraindican tambien la realizacion de ejercicio físico hasta conseguir la estabilidad metabólica.
La retinopatía diabética puede contraindicar la realizacion de determinados tipos de ejercicios físicos, como los que se acompañen de movimientos bruscos de la cabeza.
No se aconsejable tampoco la realización de actividad fisica en condiciones climatológicas extremas: calor extremo o frio extremo.
Los riesgos del ejercicio físico pueden evitarse con un comienzo paulatino de las actividades y con la adaptación del programa de ejercicios a las condiciones individuales del paciente. En cualquier caso, hay que tener presente la posibilidad de aparición de hipoglucemias, especialmente cuando se realiza sin el adecuado suplemento alimenticio o partiendo de glucemias bajas. También es posible la aparicion de hiperglucemia, que se puede observar en el caso de ejercicio prolongado y con falta de entrenamiento. También puede aparecer en pacientes que viven la realización del ejercicio con sensación de temor o inseguridad.
Los problemas cardiacos han de ser tenidos en cuenta en pacientes con cardiopatia preexistente o acúmulo de factores de riesgo cardiovascular (fumadores, colesterol y/o triglicéridos altos, hipertension arterial).
Los pacientes con nefropatía pueden tener un empeoramiento de esta patología, especialmente si no se siguen las adecuadas medidas de hidratación.
Por otra parte, pueden ocurrir problemas podológicos, como erosiones y sobaduras en los pies, así como lesiones osteoarticulares (sobrecargas musculares, tendinitis y esguinces), que pueden evitarse, generalmente, utilizando el calzado adecuado y realizando calentamiento previo, respectivamente. En pacientes aquejados de pie diabético (insuficiencia vascular, alteración de la sensibilidad y/o alteraciones estructurales de miembros inferiores), que ocasionalmente se puede acompañar de ulceraciones, el ejercicio puede estar contraindicado en determinadas

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