Las enfermedades que como síntoma (ya sea único o junto a otros)
presentan dolor, necesitan para su control el uso de fármacos
analgésicos (“antidolor”) que pueden ser sólo eso: analgésicos o,
además, pueden ser también antiinflamatorios.
Con esto ya queda claro que un analgésico tiene
una sola función: quitar o paliar el dolor y un antiinlfamatorio tiene dos: quitar o paliar el dolor y la inflamación.
Muchos de nuestros pacientes hablan de unos y otros confundiéndolos y
no sabiendo porqué les prescribimos unas veces “este” y otras “aquel”,
así que voy a intentar aclararlo, sin entrar en el mecanismo de acción
de cada uno, que daría para varios artículos más.
Es todo fármaco que ayuda a aliviar el dolor. Alguno de ellos también puede ser antipiréticos (bajan la fiebre).
Actúan sobre todo tipo de dolor que no conlleve inflamación y, cuando
ésta existe, también se usan como coadyuvante (junto) de los
antiinflamatorios.
Ejemplo de analgésico:
• Suave: Paracetamol (Gelocatil), Metamizol (Nolotil).
• Moderado: Codeína, Tramadol (Adolonta).
• Potente: Morfina, Fentanilo
Estos fármacos además de tener efecto analgésico (contra el dolor) y
antipirético (contra la fiebre) actúan sobre la inflamación
disminuyéndola, lo que contribuye en gran manera a la mejoría del dolor
cuando éste es de tipo inflamatorio.
Los mejores antiinflamatorios que existen son los corticoesteroides
(la famosa “cortisona”), pero debido a los efectos secundarios que
presentan sólo se usan cuando la patología así lo requiera.
Le siguen en eficacia los Antiinflamatorios No Esteroideos a los que conocemos por sus siglas: AINES
Ejemplos: Diclofenaco (Voltaren), Ibuprofeno (Espedifen), Naproxeno,
Aspirina (aunque su uso hoy en día está muy limitado), Indometacina
(Inacid), Meloxicam, Celecoxib, Etoricoxib, etc.
Las diferencias entre los distintos AINES son mínimas, pero hay gran
variación en la tolerancia y respuesta de cada paciente, por eso lo que a
uno le va bien a otro puede resultarle menos útil.
Todos los AINES son gastrolesivos, por lo que en determinadas
circunstancias van a precisar de un protector gástrico para su uso;
también disminuyen la agregación plaquetaria con el consecuente riesgo
de presentar una hemorragia.
Probablemente todos sabéis que los AINES aumentan la TA (Tensión Arterial).
Se han de usar con mucha precaución cuando se administran a pacientes con deterioro de la función renal, hepática y cardiaca.
Aunque no están específicamente indicados para tratar el dolor
también se utilizan en caso de no conseguir controlarlo con los
analgésicos y los AINES. Siempre se añaden a ellos (no se sustituyen por
ellos) y de ahí el nombre de coadyuvantes:
• Antiepilépticos: Gabapentina y Pregabalina (Lyrica).
• Antidepresivos.
¿Qué pautamos ante un dolor ya diagnosticado?
En un post anterior expliqué las diferencias entre dolor mecánico y dolor infamatorio (lo podéis consultar clicando en la foto).
Si el dolor es de origen claramente inflamatorio, empezaremos con un
AINE y, si esto no es suficiente, lo combinaremos con un analgésico
empezando por los más suaves y acabando con los más potentes. Si el
dolor es de origen mecánico empezaremos con un analgésico y, en caso de
no ser suficiente, podríamos cambiarlo a otro más potente o añadirle un
AINE.
Tanto los analgésicos como los AINES tienen una vida media variable,
es decir, el tiempo que permanecen en el torrente sanguíneo y son
eficaces, varía entre 4 y 12 horas; en el mercado hay algunos en
presentación “retard”, lo que significa que el comprimido está preparado
para ir liberando la sustancia poco a poco (se utilizan más en dolor
crónico).
Yo acostumbro a dar al paciente un apunte con las horas y las diferentes
tomas, pautando un horario que les resulte fácil de recordar. En el
caso de que ambos fármacos deban tomarse cada 8 horas, estos serían dos
ejemplos:
• 8h: AINE / 12h: Analgésico / 16h: AINE / 20h: Analgésico / 00: AINE / 4h: Analgésico.
• Horas de medicación: 8h-12h-16h-20h-24h. Especificación: a las
8h/16h/24h horas tomar el AINE y a las 12h/20h el analgésico. Y el de
las 4 de la madrugada si se está dormido saltárselo.
Si un paciente no mejora tras tomar un AINE no debe añadir otro AINE
diferente, porque no conseguirá una mejoría del dolor pero sí que
aumentarán los efectos secundarios, en estos casos lo que se ha de
añadir es un analgésico.
Espero haber aclarado un poco las diferencias entre los dos, pero
cuando tengas dolor persistente consulta siempre con tu médico y, es
recomendable (si no te lo ha recetado ya) antes de salir de la consulta,
preguntar por un fármaco de rescate en caso de que el dolor te resulte
insoportable a pesar de la medicación pautada.
http://draherraizmedicoypaciente.com/2014/06/08/antiinflamatorio-o-analgesico-sabes-cual-usar-para-el-dolor-2/
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