La cafinitrina® o vernies® son unas pastillas que la mayoría de
pacientes que han sufrido angina de pecho o infarto llevan siempre
encima. Son pastillas que tienen como principio activo solinitrina, una
sustancia derivada de la nitroglicerina, que produce una dilatación de
las arterias, incluidas las arterias coronarias. Ya comentamos en un
post anterior de nuestro blog que la angina de pecho y el infarto se
podían producir por obstrucciones a nivel de las arterias del corazón (http://wp.me/p4KWQk-p).
La solinitrina produce que se abran más las arterias, pudiendo pasar
más sangre a través de las obstrucciones e irrigar mejor el corazón y,
por lo tanto, disminuyendo el nivel de dolor en el pecho por angina o
infarto.
Una cosa es llevar la pastilla en el bolsillo y otra muy distinta es
saberla utilizar adecuadamente. Cuando presentamos un dolor en el pecho
que recuerda a los dolores previos de una angina de pecho o infarto, lo
primero es pararse, sentarse y descansar. Si el dolor no desaparece en
menos de 5 minutos con el reposo, entonces hay que ponerse la pastilla
de solinitrina debajo de la lengua y dejar que se deshaga. Si tras 10
minutos aún persiste el dolor hay que ponerse una segunda pastilla. Si
llevamos dos pastillas y tras veinte minutos el dolor persiste, debemos
llamar al servicio de atención médica (teléfono 112) y avisar. Un dolor
que dure más de 20 minutos y que no ceda tras dos comprimidos podría
tratarse de un infarto, por lo que debe ser valorado cuanto antes por un
equipo médico. En un infarto el tiempo es oro, ya que cuanto más tiempo
pasamos con las arterias completamente tapadas más se daña el músculo
del corazón. Y cuanto más daño peor, ya que el corazón quedará más
débil. A mayor debilidad, más riesgo de complicaciones. Por este motivo,
en estos casos es mejor pasarse de prudente que no consultar demasiado
tarde.
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