Sin que uno tenga vómitos ni diarrea, el cuerpo va eliminando agua poco a poco, a través de la respiración, del sudor y de la orina.
Cuando se vomita la mayor parte de lo que se bebe, no podemos reponer esas pérdidas.
Cuando se tiene diarrea puede perderse más líquido del que se toma por vía oral.
Y con ese líquido se pierden sales. Para que el cuerpo retenga agua necesita sales.
Por eso cuando en una gastroenteritis reponemos la pérdida de líquidos con agua, manzanilla, o cualquier otra bebida sin sales el resultado es que lo mismo que entra por arriba sale por abajo.
Antiguamente se recurría a la limonada alcalina (un litro de agua, el zumo de medio limón, 1 cucharada de azúcar, una pizca de sal y de bicarbonato).
Hoy en día casi no se usa, porque una pizca de sal y bicarbonato no es una medida fiable en absoluto y puede desencadenar el mismo problema que vamos a describir para las bebidas isotónicas.
En la actualidad mucha gente (incluso algunos médicos) recomiendan bebidas isotónicas “tipo Aquarius®”.
Hay que entender un pequeño matiz antes de hacerlo.
La mayoría de las deshidrataciones no son graves.
Por lo que en la práctica se podrían re-hidratar con lo que se quiera.
Pero las deshidrataciones graves se diferencian fundamentalmente en dos grupos a la hora de tratarlas:
Hiponatrémicas e hipernatrémicas. (con poca sal o con exceso de sal -más concretamente con exceso de sodio-).
El tratamiento en una deshidratación que no permite aportar bastante líquido por boca es poner un suero intravenoso por el que introducimos el agua, el azúcar y las sales necesarias para que el cuerpo aguante hasta que ceda la gastroenteritis.
Lo más habitual es la deshidratación con poca sal, que evoluciona muy bien cuando le ponemos un suero intravenoso con el ritmo usual en cualquier servicio de urgencias.
Sin embargo en la deshidratación con exceso de sal (exceso de sodio), que es menos frecuente, cuando le ponemos un suero al ritmo habitual puede acumular más líquido de lo normal en el cerebro (edema cerebral) aumentando la presión dentro del cráneo, lo que produce un empeoramiento del paciente, que si no se detecta puede acabar llevando a la muerte.
Es la principal causa de muerte por gastroenteritis en países desarrollados.
¿Cual es el problema de las Bebidas isotónicas?
El Aquarius® y similares están diseñadas para reponer las pérdidas de líquido y sales a través del sudor (el ejercicio físico, son para eso, su publicidad es para eso, se venden para eso y van bien para eso), mientras que en una gastroenteritis las pérdidas de líquido son a través del intestino.En el sudor el mineral más abundante con diferencia es el sodio, mientras que las secreciones intestinales tiene menos sodio que el sudor y más potasio.
Por eso la composición de sales de los sueros para re-hidratar en gastroenteritis que venden en las farmacias y el de las bebidas isotónicas es muy diferente:
Aquarius® Recuperation®Cloro (Cl) 240 134
Sodio (Na) 220 137
Potasio (K) 22 79
Es decir la composición de sodio y cloro en las bebidas isotónicas es casi el doble que en los sueros de farmacia y la de potasio es 3,5 veces menor.
Dicho de otro modo, que no tienen nada que ver.
Y si en una deshidratación grave se toman grandes cantidades de bebidas isotónicas el aporte de sodio es casi el doble que el de las soluciones de farmacia.
Algún “espabilado” ante esto dice: pues puedo tomar Aquarius® mezclado con casi la misma cantidad de agua y así la concentración de sodio es prácticamente la misma que con las bebidas de farmacia.
Pero en ese caso el aporte de potasio es 7 veces menor del adecuado. Un descenso en las cifras de potasio puede provocar otros problemas (deshidratación celular, calambres, alteraciones cardiacas…)
En resumen:
Hoy día existen soluciones de farmacia (Bioralsuero®, Citoral Junior®, Recuperation ®…) para usar en la deshidratación por vómitos o diarrea, que ya venden preparadas, con sabores tan aceptables como las bebidas isotónicas y que evitan problemas serios.Se puede hacer bien o mal.
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