Los medicamentos se encuentran entre las causas más comunes que provocan disfunción sexual. La disfunción sexual es la alteración de una o más etapas del acto sexual (deseo, excitación, orgasmo y resolución), que impide al individuo –y también a su pareja- el disfrute de la actividad sexual de modo satisfactorio. Tanto hombres como mujeres pueden experimentar problemas en cualquiera de estas fases.
La función sexual puede verse afectada en forma de disminución del deseo sexual, falta de lubricación vaginal, disfunción eréctil, falta de eyaculación o eyaculación precoz o retrógrada, anorgasmia, y/o coito doloroso.
Es importante, sin embargo, tener en cuenta que NO DEBE INTERRUMPIR SU MEDICACIÓN SIN CONSULTAR CON SU MÉDICO o farmacéutico. Si su vida sexual no es como usted cree que debería ser —o como era antes—, consulte con su médico, aunque le resulte algo incómodo o vergonzoso plantear el problema. Al menos, descartará si la causa de la disfunción sexual tiene que ver con los medicamentos.
FÁRMACOS COMÚNMENTE IMPLICADOS EN LA DISFUNCIÓN SEXUAL
Fármacos antihipertensivos
Los antihipertensivos producen interferencias en el funcionamiento sexual más frecuentemente que cualquier otro grupo farmacológico. La incidencia de estos trastornos es especialmente difícil de evaluar ya que la hipertensión es, por sí misma, un factor de riesgo de disfunción sexual. En cualquier caso, los medicamentos antihipertensivos podrían contribuir a agravar el problema y podría disminuirse la adherencia al tratamiento.
En el campo del tratamiento de la hipertensión es bueno comentar que los medicamentos más utilizados -IECAS, ARA II y calcioantagonistas- suelen carecen de efectos sexuales adversos.
Hipotensores de acción centrales que actúan como agonistas alfa (por ejemplo, clonidina) y los diuréticos también han sido implicados en el menoscabo de la función sexual. Por ejemplo: Clortalidona, que puede ocasionar disfunción erectil. La espironolactona también bloquea el receptor de andrógenos y se asocia con la disfunción eréctil y ginecomastia.
A pesar de la creencia de que los betabloqueantes tienen importantes efectos en la disfunción sexual, en una revisión sistemática solo se mostró un incremento leve en el riesgo (5 de cada 1000 pacientes tratados).
La disfunción sexual es más común en las mujeres con hipertensión (antes del tratamiento) en comparación a las mujeres normotensas (42% vs 19%). A pesar de que los efectos sexuales de antihipertensivos han sido poco estudiados en las mujeres, estos fármacos pueden tener efectos adversos similares -a los de los hombres- en la fase de excitación, lo que lleva al fracaso de la hinchazón y la lubricación.
Se ha notificado disminución del deseo sexual (41% de las mujeres) y de placer sexual (34%). Fármacos Alfa-adrenérgicos como clonidina y prazosina también redujeron el deseo y la excitación.
En cuanto al tratamiento farmacológico de la disfunción sexual, el tratamiento con un inhibidor de la fosfodiesterasa tipo 5 (IFD-5) mejora las erecciones en torno al 70% en hombres hipertensos. Están contraindicados cuando se utilizan nitratos y deben utilizarse con precaución con los alfabloqueantes y en caso de hipotensión postural.
Antidepresivos
Hay evidencia consistente que sugiere que los antidepresivos causan disfunción sexual tanto en hombres como en mujeres, particularmente los que tienen fuertes propiedades serotonérgicas. Sin embargo, es difícil estimar una prevalencia exacta, ya que hasta un. 70% de los pacientes con depresión tiene disfunción sexual, que puede afectar a cualquier fase de la actividad sexual.
Los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) y los inhibidores selectivos de la recaptación de noradrenalina inhiben el deseo, causan disfunción eréctil y disminución de la lubricación vaginal. Asimismo, limitan el orgasmo en 5-71% de los pacientes. (Niveles elevados de serotonina a nivel central se asocian a disminución de la libido, retraso en el orgasmo y en la eyaculación y anorgasmia). Por otra parte, el retraso del orgasmo masculino no siempre ofrece un aspecto negativo y este efecto adverso de los ISRS se utiliza terapéuticamente para retrasar la eyaculación precoz.
Los antidepresivos tricíclicos inhiben el deseo sexual y orgasmo. Los inhibidores de la monoaminooxidasa (IMAO) también se asocian con la disfunción sexual.
Los efectos de los fármacos específicos varían en función de su mecanismo de acción. Por ejemplo, clomipramina causa dificultades orgásmicas en hasta 90% de los pacientes, mientras que la nortriptilina causa más disfunción eréctil, pero tiene menos efecto sobre el orgasmo.
Otros antidepresivos como la venlafaxina y mirtazapina tienen efectos negativos variables sobre todos los aspectos de la función sexual.
No obstante, algunos estudios sugieren que agomelatina, bupropion, mirtazapina y moclobemida producen menos disfunción sexual. Los informes iniciales sobre agomelatina tanto en pacientes masculinos y femeninos con trastorno depresivo mayor sugirieron significativa eficacia antidepresiva sin significativos efectos adversos sexuales. Sin embargo, estudios más recientes sobre sus efectos sexuales son contradictorios. Un 14 % de los pacientes que tomaron bupropion reportaron disfunción sexual. De hecho los pacientes tratados con bupropion reportaron incrementos en el deseo sexual y orgasmos más intensos. La moclobemida fue reportada para aumentar el deseo sexual, pero las dosis utilizadas en ese estudio se consideraron subterapéuticas.
Para el manejo de la disfunción sexual producida por antidepresivos se puede, por una parte, esperar a ver si se da una reducción espontánea de los efectos adversos a medida que pasa el tiempo, o bien reducir la dosis, o interrumpir el tratamiento durante uno o dos días (no aplicable en el caso de fluoxetina, debido a su larga vida media, ni con paroxetina y venlafaxina, porque aparece con frecuencia síndrome de retirada). Otra opción es cambiar a un fármaco con menos efectos adversos sexuales, como bupropion o mirtazapina.
Si las estrategias anteriores no son efectivas o viables se puede añadir tratamiento sintomático con un IFD-5 -en el caso de hombres con disfunción eréctil. En las mujeres, una revisión Cochrane sobre estrategias de manejo de la disfunción sexual inducida por antidepresivos, concluye que la adición de bupropion a dosis altas (150 mg dos veces al día) parece ser el enfoque más prometedor estudiado hasta ahora.
Antipsicóticos
La mayoría de los antipsicóticos producen disfunción sexual por bloqueo de los receptores de dopamina. Esto produce hiperprolactinemia e hipogonadismo tanto en hombres como en mujeres, y además amenorrea y pérdida de función ovárica en mujeres y bajos niveles de testosterona en hombres. No obstante, otras vías de neurotransmisores incluyendo el bloqueo de histamina, el bloqueo noradrenérgico y efectos anticolinérgicos también pueden verse afectados por los fármacos antipsicóticos.
Los hombres que toman antipsicóticos informan de disfunción eréctil o eyaculatoria y disminución del interés en sexo. Las mujeres experimentan disminución del deseo, dificultad para alcanzar el orgasmo, cambios en la calidad del orgasmo, anorgasmia, coito doloroso, que secundario a deficiencia de estrógenos puede dar lugar a atrofia vaginal y sequedad. La galactorrea también se da en ambos sexos.
A pesar de que no hay evidencia consistente, algunas evidencias sugieren que los antipsicóticos de segunda generación (con algunas excepciones, como risperidona o amisulprida) tienen un perfil de efectos adversos sexuales más favorable en comparación con los de primera generación.
Anticonceptivos hormonales
Los anticonceptivos orales disminuyen la cantidad circulante de testosterona libre. Se postula que esto disminuye el deseo en las mujeres, aunque hay poca evidencia para apoyarlo.
Al igual que con otros trastornos, el impacto del contexto social, incluyendo la relación emocional, el miedo al embarazo o las enfermedades de transmisión sexual son influencias de confusión en los informes clínicos sobre el impacto de los anticonceptivos orales.
El acetato de medroxiprogesterona depot, se ha asociado con atrofia vaginal, coito doloroso y disminución de la libido hasta en un 15% de las mujeres. El tratamiento con andrógenos exógenos en mujeres que utilizan anticonceptivos orales y que presentan disminución de la libido, no ha mostrado mejorar el deseo sexual.
Antiepilépticos
La disfunción sexual es común en pacientes en fármacos antiepilépticos. La gabapentina y el topiramato se han asociado con disfunción orgásmica en hombres y mujeres, y con disminución de la libido en mujeres.
Fármacos para la hiperplasia prostática benigna
Los hombres que presentan síntomas de hiperplasia prostática benigna y de las vías urinarias inferiores tienen un aumento de la incidencia de la disfunción sexual. En general, un 72,2% de los hombres con síntomas del tracto urinario inferior tenía disfunción eréctil en comparación con un 37,7% en aquellos sin síntomas del tracto urinario inferior.
Los alfa-bloqueantes como doxazosina, tamsulosina, terazosina y alfuzosina, no han mostrado más problemas en la función sexual que el placebo, aunque tamsulosina se ha asociado a un 10% de incremento de disfunción eyaculatoria.
Otros medicamentos que causan disfunción sexual
Finasterida (que inhibe la 5-alfa-reductasa, bloqueando de esta manera la conversión testosterona a dihidrotestosterona) también se ha asociado a disminución del deseo sexual, incluyendo disfunción eréctil, disminución de la libido y disfunción eyaculatoria. Este incremento de la disfunción sexual se ha cuantificado en un 1,5% y el riesgo aumenta con la edad.
Los análogos de gonadotropina (goserelina, leuprorelina) disminuyen la libido y pueden producir disfunción eréctil.
También los antiandrógenos como el acetato de ciproterona o fármacos como digoxina o espironolactona bloquean el receptor androgénico y se han asociado con reducción del deseo sexual en ambos sexos y afectan a la excitación y al orgasmo.
Helen M Conaglen and John V Conaglen. Drug-induced sexual dysfunction in men and women. Austr Prescr. 2013; 36:42-5. Disponible en: https://www.nps.org.au/australian-prescriber/articles/drug-induced-sexual-dysfunction-in-men-and-women
Anónimo. Disfunción sexual por fármacos INFAC (Eskualdeko Farmakoterapi Informazioa Información Farmacoterapéutica de la Comarca) 2013; Volumen 21, Nº 8. Disponible en: http://www.osakidetza.euskadi.eus/contenidos/informacion/cevime_infac/eu_miez/adjuntos/INFAC_Vol_21_n_8.pdf
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