Todos los años se repite el mismo esquema. Entra el otoño, se disipa
día a día el calor estival y muchas personas no se adaptan a tiempo,
bien por fuera (vestimenta) o por dentro (sistema inmunitario). Las
consecuencias son inevitables: estornudos, tos, mocos, dolores de
cabeza, irritación de garganta y fosas nasales…
El otoño ofrece un clima propicio para la proliferación de virus y
bacterias y esto, sumado a la dificultad para mantener un sistema
inmunitario fuerte e infranqueable, supone el escenario ideal para la
aparición de esas temidas infecciones respiratorias, tan frecuentes en
estas fechas.
¿Cómo prevenir estas inconvenientes y molestas infecciones?
Aunque nunca podremos estar totalmente a salvo de estas desagradables
afecciones, existen una serie de precauciones que se pueden recomendar
desde la farmacia para limitar el contagio y reducir el riesgo de
sufrirlas.
Lavarse las manos. El virus de la gripe puede sobrevivir hasta dos horas en la piel humana,
por lo que las manos son un importante foco de contagio, teniendo en
cuenta la cantidad de veces que nos la llevamos a la cara a diario (al
comer, al rascarnos, al sonarnos…). Ahora que se aproxima el Día Mundial del Lavado de Manos, promovido por UNICEF, conviene recordar la importancia de este sencillo e higiénico gesto en la prevención de enfermedades.
Ventilar habitaciones. La convivencia en espacios
cerrados es otra de las vías de propagación de los virus, por lo que
ventilar la habitación con frecuencia es importante para reducir el
riesgo de contagio del catarro o gripe.
Abrigarse adecuadamente y no salir a la calle con el pelo mojado.
Es importante evitar pasar frío, sobre todo en esta época de clima tan
incierto. El frío no provoca el resfriado ni la gripe, pero sí
contribuye a reducir las defensas y nos hacen más vulnerables al virus.
Pañuelos desechables. Se aconseja el uso de pañuelos
desechables, de cuatro capas (ya que tienen mayor capacidad de
absorción. No es recomendable la reutilización de pañuelos que hayamos
empleado para estornudar o sonar los mocos.
Si ya lo has cogido… al paciente le tocará pasar unos días en casa, sin pasar frío y esperando a que el virus se debilite por sí solo. Podrá aliviar los síntomas con antigripales, o caramelos de miel y limón,
pero no podrá acelerar la curación mediante ningún fármaco. Eso sí,
recomiéndale que se siga lavando las manos y ventilando las habitaciones
para no contagiar a otras personas de su entorno. Y que estornude y
tosa siempre cubriéndose con la parte interna del codo.
Fuente: https://www.lafarmaciahoy.com/temas-destacados/Consejos-generales-para-catarros-otonales
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