Cuidar significa luchar por alguien que queremos,
donde a veces tu vida personal pasa a un segundo plano, y muchas veces
cambias el YO por el TU.
Cuidar no significa sólo dificultades, cuidar es una de las experiencias vitales más satisfactorias y conmovedora que se han encontrado.
Cuando cuidamos ¿Por qué lo hacemos?, por: Amor, gratitud, deber moral, reciprocidad, obligación, sentimientos de culpa, evitar censuras, altruismo, etc.
El cuidador es un valor añadido, para la persona cuidada, dándole seguridad, apoyo, acompañamiento, le hace sentirse querido, siendo en muchas ocasiones su referente, y en el que deposita su confianza total.
Hay funciones importantes que desempeña el cuidador, como ser el informador de la situación y evolución del estado de salud de la persona dependiente y también participa de una manera activa en la toma de decisiones de la vida de la persona mayor dependiente, pero el cuidador debe respetar las decisiones y las preferencias del mayor dependiente siempre que la situación de este lo permita.
SENTIMIENTOS QUE ACOMPAÑAN AL CUIDADOR:
SENTIMIENTO DE SOLEDAD Y AISLAMIENTO
Estos sentimientos pueden aparecer por pérdida de contactos sociales debido a:
Cómo combatir la tristeza
Cómo afrontar la tristeza
Aparece
La autocompasión consiste en sentir pena o lástima por uno mismo, aunque puede aparecer disfrazado de pena o compasión por la situación de otros y/o por la muerte o pérdida de un ser querido.
Cuidar no significa sólo dificultades, cuidar es una de las experiencias vitales más satisfactorias y conmovedora que se han encontrado.
Cuando cuidamos ¿Por qué lo hacemos?, por: Amor, gratitud, deber moral, reciprocidad, obligación, sentimientos de culpa, evitar censuras, altruismo, etc.
El cuidador es un valor añadido, para la persona cuidada, dándole seguridad, apoyo, acompañamiento, le hace sentirse querido, siendo en muchas ocasiones su referente, y en el que deposita su confianza total.
Hay funciones importantes que desempeña el cuidador, como ser el informador de la situación y evolución del estado de salud de la persona dependiente y también participa de una manera activa en la toma de decisiones de la vida de la persona mayor dependiente, pero el cuidador debe respetar las decisiones y las preferencias del mayor dependiente siempre que la situación de este lo permita.
SENTIMIENTOS QUE ACOMPAÑAN AL CUIDADOR:
- Soledad
- Tristeza
- Culpa
- Miedo
- Ira o enfado
- Autocompasión
SENTIMIENTO DE SOLEDAD Y AISLAMIENTO
Estos sentimientos pueden aparecer por pérdida de contactos sociales debido a:
- El tiempo que dedicamos a proporcionar los cuidados.
- Las preocupaciones y el cansancio que conlleva cuidar restan ganas de salir de casa y participar en actividades sociales o de ocio.
- No querer ser una preocupación ni una molestia para nuestros amigos y familiares contándoles una vez más nuestros problemas.
- No disfrutar de las relaciones con amigos ni del tiempo que pasamos con ellos pues nuestro pensamiento esta con la persona que cuidamos.
- No sentir que los demás puedan comprender nuestra realidad de cada día y las dificultades de cuidar.
- Aprenda a poner límites al cuidado y permítase compartir tiempo con los amigos y personas con las que nos sentimos apoyadas.
- Defina prioridades y actúe de acuerdo a ellas, busque la ayuda de otras personas, (profesionales, familiares, otros cuidadores).
- Es un sentimiento muy común entre los cuidadores.
- Es uno de los mayores enemigos de los cuidadores.
- Es un sentimiento lógico y difícil de abordar.
- Es un modo de reaccionar ante una situación que genera tensión emocional.
- Es una situación que impide disfrutar el logro de un cuidado exitoso.
Cómo combatir la tristeza
- Ser tolerante con uno mismo.
- Entender que es un sentimiento normal y no caer en la autocrítica ni exigirnos en demasía.
- Potenciar el sentido del humor.
- Realizar actividades gratificantes.
Cómo afrontar la tristeza
- No marcarse metas excesivas que no se puedan cumplir.
- Mantener el sentido del humor.
- Buscar el lado positivo de las cosas.
- Buscar relaciones sociales y considerarlas importantes en esta etapa.
- Realizar ejercicios físicos.
Aparece
- Por tener que tomar decisiones difíciles respecto a la salud y los cuidados de la persona atendida.
- Por no canalizar hechos del pasado.
- Por tener metas demasiado altas y excesivos “deberías”.
- Por tener sentimientos negativos.
- Por tener en un futuro que afrontar una posible institucionalización.
- Por dedicarse tiempo a sí mismo, pensando que lo restas del tiempo dedicado a cuidar.
- Por creer restar tiempo del cuidando de nuestro familiar si dedicamos “algo de tiempo” a nuestras amistades u ocio.
- Desear en algún momento que el familiar fallezca (para que deje de sufrir o para “liberarse” de una situación de crisis).
- Discusiones con otros miembros de la familia que no colaboran en el cuidado.
- Descuidar otras responsabilidades familiares.
- Identificar los sentimientos de culpa.
- Analizar sus causas.
- Expresarlos.
- Aceptarlos.
- Saber perdonarse, reconocer los propios límites como cuidadores y plantearnos metas posibles.
- A no estar a la altura de poder proporcionar los cuidados necesarios.
- A no poder cuidar debido al propio cansancio.
- A la evolución de la enfermedad y/o la incapacidad.
- A que la persona cuidada empeore.
- A la muerte.
- Por sobrecarga de cuidados.
- Sensación de sentirse atrapado a la situación de cuidar.
- Percibir que los demás no nos apoyan como debieran.
- Sensación de vergüenza ante determinados comportamientos de la persona que cuidada.
La autocompasión consiste en sentir pena o lástima por uno mismo, aunque puede aparecer disfrazado de pena o compasión por la situación de otros y/o por la muerte o pérdida de un ser querido.
- Es la sensación de sentirnos débiles e incapaces para conseguir los objetivos.
- Percibir la realidad “deformada”.
- Es sentirse sin capacidad para controlar las necesidades del cuidado y que el control está fuera de nuestro alcance.
- Reconociendo que los problemas que surgen al proporcionar los cuidados son normales e inevitables.
- Que todos los cuidadores tenemos problemas en mayor o menor medida ante determinadas situaciones.
- Aceptando que el control de los problemas no está fuera de nosotros mismos, que siempre podremos solucionarlos o al menos mejorarlos.
Ángeles García Antón
Trabajadora Social. Coordinadora del Grupo de Trabajo sobre la Ley de Dependencia de la SEGG.
Trabajadora Social. Coordinadora del Grupo de Trabajo sobre la Ley de Dependencia de la SEGG.
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