La salud ósea. De hecho, es clave para mejorar la fuerza de nuestros huesos y músculos independientemente de la edad que tengamos. La inmovilización permanente, ya sea por reposo en una cama, el escayolado de una extremidad o una lesión de médula espinal, deriva irremediablemente en la pérdida de masa ósea y muscular, así como en el aumento de las posibilidades de sufrir una fractura.
La actividad física ayuda a preservar la salud ósea
Un estudio confirma la relación existente entre ser activos a lo largo de nuestra vida y la preservación de nuestra masa ósea, fundamental para esquivar la osteoporosis y todos los riesgos que esta enfermedad conlleva en edades más avanzadas: desde una fractura de cadera hasta otra del húmero o de las vértebras. En definitiva, hacer ejercicio de manera habitual antes de los 40 años tiene recompensa a largo plazo.Pero ¿qué sucede con los pacientes de osteoporosis? Todos ellos deben realizar alguna actividad en su día a día para fortalecer sus huesos y músculos. Obviamente, con una intensidad y un ritmo totalmente adaptados a sus circunstancias, tanto de edad como de avance de la enfermedad.
Está demostrado que los ejercicios aeróbicos, tales como caminar, nadar o andar en bicicleta, aumentan nuestra masa ósea entre un 1 % y un 4 % cada año. De hecho, caminar más de 4 horas a la semana puede reducir las fracturas de cadera en un 41%. El levantamiento de pesos, siempre que no se hagan movimientos bruscos y forzados (en especial, de la columna vertebral), también ayuda a fortalecer nuestra musculatura, reduciendo el riesgo de sufrir una fractura.
Mejora el equilibrio y reduce el riesgo de caídas
Las personas con osteoporosis corren un mayor riesgo a la hora de sufrir una fractura de hueso. También es cierto que las fracturas suelen estar motivadas por caídas. Sobre todo, entre personas mayores. De hecho, 2 de cada 5 personas mayores de 65 años se cae, al menos, una vez. Para prevenirlas, además del asesoramiento necesario para identificar y afrontar los riesgos que conlleva esta enfermedad, es vital contar con una buena postura, equilibrio y fuerza muscular4 . Y es que, solo como muestra, las mujeres que permanecen sentadas durante más de nueve horas al día tienen más probabilidades para sufrir una fractura de cadera5.Como decíamos, la actividad física debe adaptarse a las condiciones de cada paciente. Pese a ello, no hay excusa para hacer ejercicio diario. Las mujeres mayores de 80 años que siguen algún tipo de rutina orientada a fortalecer su equilibrio, sus huesos y sus músculos reducen en un 20 % el riesgo de caída, principal desencadenante de las lesiones más graves.
Renunciar al sedentarismo y apostar por un estilo de vida activo hará que nuestro cuerpo se fortalezca y se reduzcan los riesgos que van implícitos en la osteoporosis.
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