La disnea relacionada con la actividad física es un rasgo característico de la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC). El empeoramiento de los síntomas y el deterioro del estado funcional de los pacientes contribuyen a la mala calidad de vida en la EPOC. Mejorar los niveles de actividad física es clave para mejorar cualquier manifestación pulmonar de la enfermedad.
Haz clic a continuación y descubre a través de la infografía la importancia de la actividad física en los pacientes con EPOC y la evidencia clínica del tratamiento con tiotropio/olodaterol (T/O) en la tolerancia al ejercicio.
Para empezar, es necesario recordar que la ingesta energética adecuada para un deportista, es la que mantiene un peso corporal adecuado para el óptimo rendimiento y maximiza los efectos del entrenamiento.
También, es muy importante tener en cuenta que hay diferencias morfológicas entre hombres y mujeres, lo que afecta a su tejido muscular, a su metabolismo y a los sustratos energéticos que usas y a las reservas de los mismos. Sin olvidar que, los cambios hormonales durante el ciclo menstrual también se relacionan con cambios en el rendimiento.
Existe un elevado consenso con respecto a que los deportistas deben consumir un alto contenido de hidratos de carbono en su dieta, de manera que suponga un 55-65% de la ingesta calórica total.
Por ejemplo, en general el gasto energético basal y el gasto energético posterior al ejercicio es menor en mujeres que en hombres (aprox.39-44 kcal/kg).
En general, las proteínasno son consideradas como fuente energética durante la actividad física, ya que los hidratos de carbono y las grasas desempeñan esta función.
No obstante, en deportes de larga duración, cuando los depósitos de glucógeno se vacían y la grasa corporal no está totalmente biodisponible (solamente lo es la que se almacenan a nivel intramuscular) se produce proteólisis (destrucción de las proteínas) para la obtención de energía, bien por vía directa a nivel intramuscular (aminoácidos ramificados, los conocidos como BCCA que son la leucina, la isoleucina y la valina) o indirectamente formando glucógeno a través de aminoácidos glucogénicos (se llaman así por ser precursores de glucosa, como alanina, arginina, glutamina, metionina, etc).
Las recomendaciones para las mujeres en este tipo de deporte vienen condicionadas por su metabolismo, menor oxidación de proteínas y menor respuesta anabólica tras ejercicio, necesitan ingestas más altas que los hombres.
Como vemos es necesario evitar dietas bajas en proteínasy en calorías, las dietas restrictivas conllevan a un peor rendimiento deportivo. Importante ajustar la dieta al esfuerzo físico.
Como las mujeres tiene mayor porcentaje de grasa corporal la pérdida de masa muscular es más difícil que en el caso del hombre, la mujer usa más las grasas como fuente de energía que los hidratos de carbono, lo que ahorra proteínas. Aunque hay que tener en cuenta que en la fase premenstrual el requerimiento de proteínas es más alto.
No olvidemos que los micronutrientes, como las vitaminas, los minerales y los antioxidantes, juegan un papel importante en muchas rutas metabólicas (producción de energía, síntesis de hemoglobina, mantenimiento de la salud ósea, función inmunológica, protección contra el daño oxidativo, síntesis y reparación del tejido muscular durante la recuperación post-ejercicio y lesiones, etc).
Y tanto el entrenamiento como la competición dan lugar a un aumento de los requerimientos de estas sustancias, por una mayor pérdida de estos.
Los deportistas con mayor riesgo de déficit de micronutrientes son aquellos que restringen la ingesta de energía, o quienes realizan severas practicas dietéticas para perder peso, eliminando uno o varios grupos de alimentos de su dieta.
De especial importancia para las mujeres es el déficit de hierro, no solo por los motivos anteriores sino también por las pérdidas menstruales.
Las mujeres necesitan ingestas de calcio de alrededor de 1000 mg/día, en el ciclismo al haber exposición solar la deficiencia de vitamina D puede ser menos frecuente, por lo que la dieta también debe ajustarse a estas necesidades.
Recuerda también que si eres vegetariana te interesará conocer las combinaciones de proteínas vegetales para conseguir un aporte adecuado de aminoácidos (suele ser frecuente el déficit de leucina entre los veganos) y de esta manera contribuir a incrementar el desarrollo de tu masa muscular y mejorar tu resistencia física. Sin olvidar el consumo de alimentos ricos en vitamina B12 y el mayor riesgo de déficit de hierro.
El sistema inmune nos permite enfrentarnos y vencer a diferentes
enfermedades causadas por microorganismos tales como los virus y las
bacterias. Sin él, cualquier infección acabaría dañando órganos vitales y
conducirnos a la muerte. Cuando un virus nos infecta, el sistema inmune
detecta su presencia y genera dos tipos de respuesta: por un lado,
produce unas proteínas llamadas anticuerpos que se unen a las proteínas
del virus para neutralizarlo y así evitar que pueda infectar a nuevas
células; y por otro, estimula unas células denominadas citotóxicas, que
tienen la capacidad de reconocer células infectadas por el virus y
matarlas antes de que puedan liberar más virus en el organismo.
Las vacunas funcionan imitando a los virus y
las bacterias que causan enfermedades preparando al sistema inmune para
reconocer y defenderse contra ellas
Los avances en investigación biológica han permitido identificar en
muchos casos las proteínas que permiten que el virus infecte y se
multiplique en las personas. En el caso del virus SARS-CoV-2, esta
proteína critica es la proteína S (spike o espícula) y por eso la
mayoría de las vacunas frente a la COVID-19 implican generar respuesta
contra esta proteína. Las vacunas en desarrollo lo que contienen es esta
proteína, que pueden aislarse del virus, producirse en el laboratorio, o
introducir su secuencia genética en un vector (por ejemplo, un mRNA)
que lo expresará cuando vacunemos al individuo. Estas vacunas no
contienen el virus completo y, por tanto, nunca van a producir la
enfermedad COVID-19 que causa este patógeno.
Así, cuando una persona recibe la vacuna, el sistema inmune reconoce
esta proteína viral como un agente extraño y produce una respuesta de
anticuerpos y de células citotóxicas especifica frente a la proteína S. Si
una persona vacunada se infecta después, antes de que el virus pueda
multiplicarse a gran nivel para causar una enfermedad clínica, los
anticuerpos y las células citotóxicas generados por la vacuna se une a
la proteína S del virus bloqueando la infección y evitan la enfermedad
clínica.
En este video se recuerda como NO utilizar las mascarillas.
En el vídeo no se hace referencia a maniobras de conservación, mantenimiento, duración de su eficacia, como retirarlas como colocarlas... pero esto también es importante.
Los anticoagulantes antivitamina K, acenocumarol (Sintrom®)y warfarina (Aldocumar®), actúan disminuyendo los factores de coagulación dependientes de la Vitamina K produciendo anticoagulación, hacen que la sangre tarde más en coagularse. Comola Vitamina Kestápresente en los alimentosque consumimos a diario, los alimentos ricos en esta vitaminapueden interaccionar con el anticoagulantedisminuyendo su efecto terapéutico.¿Qué dieta debo seguir?
¿Debo evitar algún alimento si tomo Sintrom® o Aldocumar®? ¿Hay algún alimento prohibido?
No hay ningún alimento prohibido para las personas que toman anticoagulantes, puedes comer de todo.
Lo ideal es seguir una dieta mediterránea variada, equilibrada y regular, evitando fluctuaciones.
Que algunas verduras contengan mucha Vitamina K (coles, repollo…) no quiere decir que no se puedan tomar.
Respecto a la verdura, si consumes verdura a diario tu dosis de sintrom o acenocumarol está ajustada a esa ingesta, pero si tomas mucha cantidad de verdura unos días y otros ni la pruebas, surgen las variaciones. Cuando tomas mucha verdura, la dosis del anticoagulante puede ser insuficiente y viceversa, cuando no la tomas es excesiva, por lo que debes evitar basar la dieta en un tipo de alimentos durante días seguidos y otros ni catarlos.
Evita aumentar bruscamente la ingesta diaria de alimentos con alto contenido en Vitamina K (ejemplo: tomar brócoli a diario en temporada)
Si vas a realizar algún cambioen tu dieta, especialmente si es vegetariana o vas a iniciar una dieta de adelgazamiento, debes comunicarlo, te realizarán los controles necesarios para ajustar bien la dosis de tu tratamiento.
¿Sabías que en vacaciones y con los cambios de estación se producen cambios en el INR?
Estos cambios van ligados a la dieta
Tabla de contenido en Vitamina K en alimentos
En esta tabla puedes comprobar el contenido de Vitamina K en varios alimentos.
¿Qué recomendaciones debo seguir?
Se recomienda ingerir una cantidad diaria de Vitamina K más o menos constante de 65-80 microgramos (microgramos, mcg) /día y así evitar fluctuaciones.
Ten en cuenta que tu tratamiento anticoagulante se puede desestabilizar ya que, una dieta muy rica en Vitamina K, superior a 250 mcg/día, produce un descenso importante en los niveles de INR con riesgo de embolia y trombosis, mientras que, si las concentraciones de Vitamina K disminuyen, aumenta el INR, con riesgo de hemorragias.
A continuación puedes ver una adaptación de las recomendaciones nutricionales para pacientes con anticoagulantes orales (Sintrom y Aldocumar) extraídas de un documento elaborado por el Servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital Universitario Carlos Haya de Málaga (te dejo al final el enlace)
Ultima infografía sobre hipoglucemia. Aún hay muchas personas que siguen aquella norma de “tomar un hidratos rápido y otro lento” para tratar la hipoglucemia. ¿Es siempre necesario? ¿Puede ser la causa de hiperglucemia posterior? #diabetes#hipoglucemia