En lugar de hacer chequeos generales e iguales para todo el mundo, se deben personalizar las pruebas de detección y prevención para cada persona, teniendo en consideración factores como la edad, historial familiar y exposiciones a riesgos ambientales o laborales. Con todo esto, estamos más cerca de lograr un equilibrio entre los beneficios, daños y costes (económicos y de salud) de las intervenciones médicas.
Mi suegro, una persona especial en todos los sentidos al que nunca faltó una clavelina en la solapa, tenía una expresión andaluza muy castiza para explicar que no hay dos personas iguales «Cah uno es cah uno» (cada uno es cada uno) decía don Luis. Pues a la hora de llevar a cabo pruebas diagnósticas, no podría decirse mejor que así: «Cah uno es cah uno». Ni todos somos iguales ni, por tanto, las pruebas que precisemos hacernos -o no- deberían ser las mismas.
Para cuando te surja la tentación o sufras la presión de hacerte un chequeo te dejo ideas que te ayuden a mantenerte firme:
- En medicina a veces, lo mejor es no hacer nada.
- ¿Estás tentado de hacerte un chequeo lo más completo posible? No olvides que no es sensato tratar de saberlo todo. La ignorancia puede ser felicidad y salud.
- Cambia tu chequeo general al año por controlar el peso, hacer ejercicio y comer menos comida basura.
- Que no debas hacerte chequeos no implica que debas dejar de realizarte pruebas y actividades preventivas que tu médico te solicite por determinada situación clínica, antecedentes personales o familiares o por tu exposición a riesgos ambientales o laborales.
- Si quieres prevenir el cáncer, es mejor centrar tus esfuerzos en no fumar, beber la menor cantidad de alcohol posible y aumentar el consumo de frutas y verduras. Ahí, hacer de más sí es mejor.
- Por tu salud, sé precavido y no te hagas chequeos. Son inútiles y desencadenan, en muchas ocasiones, «cascadas» de pruebas y tratamientos que pueden producir graves daños.
- El diagnóstico, como la eyaculación, mejor que no sea precoz, sino certero y oportuno.
- La costumbre del chequeo rutinario no es ajena a los intereses económicos que hay detrás.
- No quieras amortizar tu seguro de salud, es mejor que te salga a pagar.
- Si estas pensando en hacerte un chequeo para quedarte tranquila, quédate tranquila precisamente por no habértelo hecho.
- Hacerse chequeos para combatir el miedo a la enfermedad es como bajar al desván de una película de miedo para huir del asesino.
Fernando Fabiani. La salud enferma: Cómo sobrevivir a una sociedad que no te permite sentirte sano
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