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Las 8 preguntas más frecuentes
1. ¿Cómo ayuda la buena nutrición a prevenir el cáncer?
Es
importante conocer que 2 de cada 3 tumores se generan por causas evitables y
que estos podrían prevenirse, fundamentalmente, abandonando el tabaco y
reduciendo el consumo de alcohol que se asocian con más del 50% de todos los
cánceres y siguiendo una dieta equilibrada, dado que una mala alimentación se
asocia directamente con más del 35% de las neoplasias e influye en otro 25%.
El
cáncer de estómago, el de mayor incidencia a nivel mundial, ha reducido su frecuencia
en la mayoría de países occidentales gracias a una modificación de los hábitos
alimenticios de dichos países. La aparición de los sistemas frigoríficos ha
permitido consumir todo el año alimentos frescos en buen estado y ha reducido
la ingesta de alimentos en salazón que favorecen, al ingerirse y llegar al
estómago, la liberación de nitrosaminas, potentes carcinógenos.
Si
modificando qué comemos, cómo lo conservamos y lo cocinamos hemos reducido de
forma muy marcada la incidencia de cáncer de estómago en el mundo, debe ser un
objetivo lograr esto en otros tumores asociados con una inadecuada
alimentación.
Con
ello, reduciremos la incidencia del cáncer que más ha crecido en cifras en los
últimos años, el de colon en el que influyen el estreñimiento, las dietas
hipercalóricas con escasa fibra y muchos alimentos procesados, envasados y muy
elaborados y la poca ingesta de agua y poco ejercicio físico.
2. ¿Hay alimentos que previenen el cáncer? ¿Cuáles son?
Si
tenemos en cuenta que a lo largo de nuestra vida ingerimos millones de
toneladas de alimentos, es lógico pensar en el importante papel que juegan en
mantener una buena salud. Así, el Código Europeo Contra el Cáncer en el punto 4
recoge la siguiente recomendación: “Aumenta el consumo de frutas, verduras y
hortalizas variadas: coma al menos 5 raciones al día. Limita el consumo de
alimentos que contienen grasas de origen animal.”
Las
frutas y verduras son los productos estrella de nuestra alimentación y las que
han demostrado mayor efecto antitumoral se recogen en el libro Comer para
vencer al cáncer de Ediciones Nobel. Este Top 10 son:
1. coles por ser ricas en
flavonoides, glucosinatos, índoles e isotiocianatos (brócoli, coles de
Bruselas, coliflor, rábanos, nabos y lombarda).
2. ajo y cebolla, por sus múltiples
propiedades anticarcinógenas pero también antiinflamatorias, antisépticas,
antihipertensivas y protectores frente a enfermedades cardiovasculares,
neurológicas y articulares.
3. verduras rojizas que son
ricas en carotenoides como el licopeno (tomate, calabaza, zanahoria, pimiento
rojo). Un estudio médico ha demostrado, en varones mayores de 65 años, que el
consumo diario mantenido de 2 tomates disminuye el riesgo de hiperplasia
benigna y de cáncer de próstata.
4. cítricos por su alto
contenido en vitamina C y antioxidante (limón, kiwi, naranja, pomelo y piña).
5. verduras de hoja verde que
contienen clorofila (repollo, espinacas, lechuga, acelga, escarola, apio,
berros, canónigos, puerros).
6. frutas rojas y frutas
silvestres que son hipocalóricas, ricas en vitaminas antioxidantes: A, C, E,
vitaminas que previenen el envejecimiento y en betacarotenos y polifenoles que
les dan su color característico (granada, melocotón, albaricoque, papaya,
cerezas, uvas, ciruelas, sandía, mora, arándanos, frambuesa y la fresa).
7. setas como shitake y
maitake que contienen sustancias que potencian el sistema inmune.
8.
pescado azul que además de minerales como yodo, selenio y
proteínas de alta calidad contiene grasas poliinsaturadas y omega 3 que ayudan
a regular los niveles de colesterol (sardina, boquerón, anchoa, trucha, atún,
bonito, caballa, salmón, anguila, arenque, cazón, congrio, chicharro,
emperador, pez espada, lambrea, palometa) que debemos consumir unas 3 veces a
la semana.
9.
yogur o queso fresco y pan integral, base de nuestra alimentación.
10. aceite de oliva,
imprescindible para el aliño de verduras crudas y para cocinar carne o pescado.
Debemos ingerir unas 3-5 cucharadas día.
La
mayoría de los alimentos incluidos en el Top 10 son ricos en fibra lo que
incrementa la masa fecal y acelera el tránsito intestinal disminuyendo el
contacto de las toxinas de las heces con el tubo digestivo y. por tanto,
disminuyendo el estreñimiento, lo que previene sobre todo el cáncer
colorrectal. Son ricos en fibra: el pan integral y los cereales (3-5
raciones/día); la pasta integral, arroz y legumbres (5 raciones/semana) además
de las fruta, verdura (alcachofa, guisantes) y hortalizas (mínimo de 5
raciones/día, un plato en comida y cena de verduras, hortalizas o ensalada y
2-3 piezas de fruta/día).
Además,
debemos recordar que el agua es el mejor laxante y aunque es una bebida, es
fundamental para regular las digestiones, limpiar el intestino y para muchas
otras funciones del intestino.
3. ¿Debemos excluir algún alimento en aras de protegernos del cáncer?
Las bebidas o alimentos carcinógenos, aquellos que por tanto debemos evitar, y los cánceres con los que se asocian son:
- alcohol, principal agente causal de cáncer de cabeza y cuello,
esófago y de hepatocarcinoma, también se asocia con cáncer de mama y
colorrectal.
- conservas, ahumados y alimentos en salazón, principal causa de
cáncer de estómago, también se asocian con cáncer de cabeza y cuello, esófago y
colorrectal.
- carne o pescado a la brasa o parrilla, se asocian con cáncer de
estómago, cabeza y cuello, esófago, colorrectal, mama y próstata.
- las dietas hipercalóricas ricas en grasas saturadas y en azúcares
refinados o bollería industrial, favorecen el cáncer de colon, recto, mama,
endometrio, próstata, páncreas, vía biliar y riñón.
La
obesidad se asocia especialmente con tumores hormonodependientes como el cáncer
de mama, endometrio y próstata porque modifica el perfil hormonal favoreciendo
el disbalance a favor de los estrógenos, carcinógenos confirmados.
4. ¿Es nocivo para la salud el consumo de leche de vaca?
No
se ha demostrado con rigor científico que las hormonas de la leche de vaca,
consumida en una cantidad adecuada, 2-3 vasos al día o su equivalente (1 vaso
de leche = 2 yogures = 125 g queso fresco), se asocie con mayor riesgo de cáncer.
Expertos en nutrición e investigadores de Harvard recomiendan eliminar la leche y lácteos de la dieta debido a que “un alto consumo
aumenta significativamente los riesgos de padecer cáncer de próstata y cáncer de ovario”. El contenido en
hormonas de la leche de vaca es alto y por ello, parece que podrían actuar
sobre tejidos hormonodependientes como los de la próstata, mama y ovario.
Estos
cánceres, próstata, ovario y también el de útero y mama son
hormonosensibles y de hecho, uno de los tratamientos que se les administra es
el bloqueo hormonal. Por ello, la ingesta de alimentos con altas
concentraciones de hormonas podría favorecer el crecimiento de estos tumores
aunque esto todavía se debe demostrar.
En
todo caso, insistimos, la ingesta en cantidades habituales, 2-3 vasos al día de
leche semidesnatada, aporta calcio y vitamina D en cantidades adecuadas y la
restricción de los lácteos podría asociarse con déficit de ambos.
La
leche de arroz, avena o soja es más digestiva que la de vaca estando indicadas
en personas con déficit de lactosa o intolerantes. Estas leches aportan otras
propiedades saludables.
Por
otra parte, la leche no debe tomarse durante la comida ni la cena porque
dificulta la digestión de otros alimentos. Su consumo debería hacerse en
desayuno y a media tarde.
5. ¿Se puede tomar soja durante el tratamiento de un cáncer hormonodependiente como el de mama y endometrio?
La
soja germinada, en forma de brotes o en productos enriquecidos como la leche y
los yogures parece no interferir en los tumores hormonodependientes, y aunque
la información que aparece muchas veces
es contradictoria, hay estudios que muestran beneficios al incluir soja en la
dieta.
Aun
así, los expertos no se ponen de acuerdo y por ello, la mayoría de médicos que
atienden a pacientes con cáncer de mama o de endometrio no recomiendan el
consumo de soja.
Es
importante señalar que no deberían consumirse suplementos de soja en forma de
comprimidos o píldoras durante el tratamiento oncológico y debe evitarse
especialmente combinarla con quimioterapias que incluyan taxanos y
hormonoterapia. También puede aumentar la toxicidad de otros medicamentos como
haloperidol y anticoagulantes orales.
Los
fitoestrógenos, estrógenos presentes
también en otras plantas medicinales como la alfalfa o las espinacas, podrían
ser una alternativa a la soja. Su concentración de estrógenos es menor y se
acompañan de otras propiedades saludables como el mejorar el rendimiento y
aportar otros minerales como calcio e hierro.
6. ¿Cómo consumir cúrcuma?
La
cúrcuma es una planta que combate problemas digestivos, hepáticos y el cáncer
especialmente de: intestino delgado y grueso (colon), mama, próstata, páncreas,
pulmón y estómago.
La
cantidad diaria recomendada es de unos 500 mg 2-4 veces al día de las raíces en
fresco o en polvo añadidas a todo tipo de platos o mezclada con un vaso de
leche. También se puede aplicar sobre heridas, moratones, contusiones y zonas
dolorosas de la piel.
No
debe tomarse durante el embarazo, si existe obstrucción de la vía biliar, antes
de una cirugía ni personas con trastornos de la coagulación o a tratamiento con
fármacos antiagregantes o anticoagulantes.
7. ¿Por qué las carnes rojas se asocian con riesgo de cáncer?
La
carne roja induce cáncer solo si se abusa de su consumo y por múltiples causas.
Así
al ser rica en grasas saturadas y cocinarse habitualmente a la brasa y a la
parrilla, condimentada con sal, produce unas sustancias carcinógenas que
favorecen sobre todo el cáncer de estómago.
Además,
por ser rica en grasas y tener más calorías que otros alimentos favorece la
obesidad y los cánceres asociados a esta y por contener poca fibra favorece el
estreñimiento y los cánceres asociados a este.
8. ¿En qué medida los carbohidratos inducen al desarrollo de cáncer?
Los
azúcares refinados, la bollería industrial, las bebidas comerciales son ricas
en azúcares que se absorben con rapidez pasando a la sangre y causando picos de
insulina. En la cascada de señales intracelulares que favorecen el crecimiento
de un cáncer, hay una molécula el "insulin grown factor" IGF que se
activa con la ingesta de dichos azúcares y mediante la insulina.
Al
contrario, los azúcares de liberación lenta como los del pan y los yogures
tienen propiedades saludables en la lucha contra el cáncer.
Oncóloga médico del Hospital Universitario
Central de Asturias.
Autora de los libros Comer para vencer
al cáncer y Remedios naturales para síntomas habituales, Ed Nobel.
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