Se estima que hasta el 20% de los niños han tenido alguna vez en su vida los bronquios inflamados. A esta enfermedad los médicos la llamamos de muy diversas formas: bronquitis, infección respiratoria con broncoespasmo, hiperreactividad bronquial, episodio agudo de sibilancias, crisis asmática, etc.
De forma común, muchas mamás refieren estos episodios como “pitos”, porque cuando estos niños espiran el aire emiten un silbido característico. Desde el punto de vista terapéutico, la estrategia más eficaz para abordar este problema es recurrir a unos inhaladores, que técnicamente se llaman inhaladores tipo “presurizado”. Éstos tienen forma de L invertida, un botón pulsador y un orificio por donde sale el medicamento.
Si tu hijo presenta bronquitis de repetición o asma, no es necesario que vayas al médico para que te indique su uso. No hace falta que esperes; es más, si esperar a dárselo, es contraproducente. Si el niño tiene una tos incesante, ruidos de pecho (de tipo “pitido”) y/o hace esfuerzo para respirar (esto es, si hunde la parte de debajo de las costillas, o la parte inferior del cuello), se lo puedes aplicar sin ningún miedo. Los médicos decimos que los inhaladores se han de aplicar “a demanda”; esto es, cuando sean necesarios.
Técnica de inhalación:
1- Agite el inhalador.
2- Engarce el inhalador en el orificio de la cámara que corresponda.
3- Pulse el botón del inhalador.
4- Acerque la mascarilla o la boquilla de la cámara a la cara del niño.
5- Cuenta despacio hasta 10 (utilice el truco de contar así: 1001, 1002, 1003, 1004, 1005, etc.).
6- Separe la cámara de la cara del niño, y déjele descansar unos segundos.
7- Repita la operación de nuevo desde el paso 1, tantas veces como sea preciso, o como le haya recomendado el pediatra.
8- Cuando haya finalizado, tape la boquilla con el tapón correspondiente, y guarde la cámara en un espacio que recuerde con facilidad.
Mantenimiento de la cámara:
- Introduce la cámara en un recipiente con agua y jabón una vez al día. Si la cámara es de plástico, no es preciso que la aclare después.
- Lleva la cámara y el inhalador a todo aquel lugar al que te desplaces.
De forma común, muchas mamás refieren estos episodios como “pitos”, porque cuando estos niños espiran el aire emiten un silbido característico. Desde el punto de vista terapéutico, la estrategia más eficaz para abordar este problema es recurrir a unos inhaladores, que técnicamente se llaman inhaladores tipo “presurizado”. Éstos tienen forma de L invertida, un botón pulsador y un orificio por donde sale el medicamento.
¿Cuándo deben usar los niños los inhaladores?
Si tu hijo presenta bronquitis de repetición o asma, no es necesario que vayas al médico para que te indique su uso. No hace falta que esperes; es más, si esperar a dárselo, es contraproducente. Si el niño tiene una tos incesante, ruidos de pecho (de tipo “pitido”) y/o hace esfuerzo para respirar (esto es, si hunde la parte de debajo de las costillas, o la parte inferior del cuello), se lo puedes aplicar sin ningún miedo. Los médicos decimos que los inhaladores se han de aplicar “a demanda”; esto es, cuando sean necesarios.
¿En qué casos necesita tu hijo atención urgente?
Un planteamiento razonable es marcarse un límite y tirar de sentido común. Si el niño manifiesta mal estado general, tiene una gran dificultad respiratoria o si precisa más de cuatro aplicaciones cada 4 horas, parece más que sensato que reciba atención urgente, en el centro de salud o en el hospital. Si tu hijo, además, tiene alguna enfermedad de base (del corazón, de los pulmones, o del sistema inmunitario), es probable que necesite atención urgente al inicio del proceso.¿Cómo se ha de aplicar un inhalador con cartucho presurizado?
En la edad pediátrica, siempre que se use un inhalador con cartucho presurizado, se ha de aplicar a través de una cámara espaciadora, con mascarilla (por debajo de los 3-4 años) o sin ella (por encima de esa edad).Técnica de inhalación:
1- Agite el inhalador.
2- Engarce el inhalador en el orificio de la cámara que corresponda.
3- Pulse el botón del inhalador.
4- Acerque la mascarilla o la boquilla de la cámara a la cara del niño.
5- Cuenta despacio hasta 10 (utilice el truco de contar así: 1001, 1002, 1003, 1004, 1005, etc.).
6- Separe la cámara de la cara del niño, y déjele descansar unos segundos.
7- Repita la operación de nuevo desde el paso 1, tantas veces como sea preciso, o como le haya recomendado el pediatra.
8- Cuando haya finalizado, tape la boquilla con el tapón correspondiente, y guarde la cámara en un espacio que recuerde con facilidad.
Mantenimiento de la cámara:
- Introduce la cámara en un recipiente con agua y jabón una vez al día. Si la cámara es de plástico, no es preciso que la aclare después.
- Lleva la cámara y el inhalador a todo aquel lugar al que te desplaces.
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