lunes, 16 de enero de 2017

Las grasas malas.



¿Le daría usted un alimento dañino a sus hijos? ¿No? pues lo estamos haciendo.
En junio del 2015 los EEUU prohibieron completamente el uso de las grasas artificiales “trans” en todo el país, dando un período de tres años para su desaparición.
¿Qué significa eso? Que hay grasas buenas y malas, pero hay otras que han sido manipuladas creando grasas artificiales causantes de las enfermedades del corazón y achaques cardiacos. Pudiendo producir, además, algunos cánceres y diabetes,
Pero ¿que son las grasas trans? Son aceites vegetales manipulados, mediante hidrogenación, para hacerlos sólidos a temperatura ambiente (también se producen en aceites de fritura usados repetidas veces o a altas temperaturas). Es la peor clase de grasas y no ofrece ningún beneficio para la salud. Son consideradas más peligrosas que las grasas saturadas (la de los animales y el aceite de palma y coco)
¿Por qué lo usan los fabricantes? Por lo general, se utilizan, por lo general para mejorar la textura, potenciar el sabor y retrasar la caducidad de los alimentos sin que se pongan rancios. Con lo que, en general, abaratan el costo del producto.
¿En qué productos se encuentran estas grasas? ¡Asómbrese! Se encuentran básicamente en productos transformados tipo comida rápida (hamburguesas, Nuggets, etc.), alimentos fritos (patatas de bolsa, pollo, etc.), todos los snacks salados, comida precocinada (croquetas, canelones, palitos de merluza, etc) margarina, dulcería industrial (pasteles, helados, magdalenas, bollos, galletas, chocolates, etc), palomitas para microondas, pizzas congeladas, entre otros. En definitiva, estamos invadidos de alimentos tóxicos.
Muy lamentable que en España no existan leyes que limiten el uso de las grasas trans. Ni siquiera que aparezcan en el etiquetado. En Europa sólo Austria, Dinamarca, Islandia y Suiza han limitado la utilización de las grasas trans en la industria alimentaria.
Entonces, ¿Cómo identificar, en España, los productos que contienen grasas trans o hidrogenadas?  Sencillamente leyendo la etiqueta de los ingredientes. Si queremos reducir o eliminar completamente el consumo de grasas trans, debemos elegir para nuestra dieta productos que no incluyan el término “grasas hidrogenadas” o “parcialmente hidrogenadas” (sinónimos de grasas trans). Además, no debes fiarte (directamente aléjate) de los productos en cuya etiqueta aparezca “100% Vegetal”, sin especificar el origen. Lo más probable es que estén usando aceites de palma o de coco, que, aunque no son grasas trans, si son grasas saturadas relacionadas con enfermedades cardiovasculares y conviene reducir su consumo.
¿Qué podemos hacer? Lea todas las etiquetas de los ingredientes. Elija productos que especifiquen aceite de oliva o girasol.  No someta a sus aceites a altas temperaturas. Reduzca los fritos de su alimentación.
Dado que, lo más probable, las grasas trans no van a desaparecer del mapa alimentario, al final, todo va depender de cada uno de nosotros. Así que, ante los engaños alimenticios industriales, no hay más remedio que asegurarnos una dieta lo más natural y variada posible. Que usted lo coma bien.
                                                               ARTEMIO RODRÍGUEZ MÉNDEZ (Médico).
                                                               UNIDAD DE PREVENCIÓN.
                                                               GAP TENERIFE.

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