En algún momento de nuestra vida todos y todas tomamos algún medicamento para evitar o curar una enfermedad.
Pero, en ocasiones, si lo hacemos de forma incorrecta, sin el
seguimiento adecuado o como resultado de la compra de un fármaco no
correcto, el medicamento puede causarnos daños graves.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha lanzado una iniciativa mundial para reducir a la mitad los daños graves y evitables relacionados con la medicación en todos los países del mundo en los próximos cinco años. El Reto Mundial por la Seguridad del Paciente en relación con la seguridad en el uso de los medicamentos (Medication Without Harm, MWH) tiene por objeto subsanar las deficiencias en los sistemas de salud que llevan a originar errores de medicación y, como consecuencia de ellos, daños, en ocasiones graves, a los pacientes. En la iniciativa se establece cómo mejorar la prescripción, la distribución y el consumo de los medicamentos.
Se hace especial énfasis en concienciar a los pacientes sobre los
riesgos asociados a un uso inapropiado de estos. Se calcula que el coste
mundial asociado a los errores de medicación es de casi un 1% del gasto sanitario mundial.
El uso seguro de los medicamentos es una tarea de todos y todas: profesionales sanitarios y pacientes. Por un lado, los pacientes pueden equivocarse al solicitar en la farmacia o por internet un fármaco o bien adquirir un fármaco sin las garantías de calidad adecuadas
o no seguir las indicaciones de los profesionales de la salud respecto
al uso y consumo de los fármacos. Por otro lado, los profesionales
podemos equivocarnos al prescribir, dispensar, preparar o administrar un
medicamento. El medicamento puede ser erróneo en contenido o dosis o
administrado en un momento no adecuado, lo que puede ocasionar un daño
grave para la salud del paciente que lo consume.
Ahora bien, muchos de los errores de medicación pueden evitarse.
Para ello, y para evitar el daño subsiguiente, es necesario poner en
marcha sistemas y procedimientos para que el paciente tome la medicación correcta en la dosis correcta, por la vía correcta y en el momento correcto. Por ello, tanto ciudadanos como profesionales de salud debemos tomar conciencia de la importancia de un uso seguro de los medicamentos.
Las acciones previstas en el uso seguro de la medicación deben centrarse por tanto en cuatro áreas:
- La participación de los pacientes y usuarios en general
- Los profesionales sanitarios
- Los medicamentos como productos
- Los sistemas y prácticas de prescripción, preparación, dispensación y administración de la medicación
El objetivo de la iniciativa de la Organización Mundial de la Salud
es mejorar cada una de las fases del proceso de medicación. Dentro del
papel que los pacientes y ciudadanos tienen en la seguridad en el uso de
los medicamentos está el considerar los riesgos de la compra de medicamentos por internet en webs ilegales.
Los medicamentos están sometidos a una estricta regulación con el objeto de garantizar su calidad, eficacia y seguridad.
La venta ilegal de medicamentos a través de internet supone una amenaza creciente para la salud pública; pero es también evidente que el sector farmacéutico no puede quedar al margen de la irrupción del comercio online y las nuevas formas de venta que proporciona la red.
Esta necesidad de protección y a la vez de adaptar el
sector a las nuevas tecnologías y nuevas formas de negocio, ha
conllevado a la regulación a nivel comunitario de la venta de medicamentos a distancia, permitiendo su venta online, pero minimizando los riesgos de ventas ilegales estableciendo un estricto marco legal común para toda Europa de obligado cumplimiento.
El Real Decreto 870/2013 de 8 de noviembre, desarrolla en España la normativa comunitaria; permitiendo por primera vez en nuestro país la venta de medicamentos online pero estableciendo estrictos requisitos de cumplimiento obligatorio, a fin de garantizar la seguridad sanitaria.
Los medicamentos adquiridos a través de sitios web
ilegales son falsificaciones, pueden no contener el principio activo,
contener principios distintos a los declarados o contener, incluso,
sustancias tóxicas. En ese sentido, pueden estar manipulados o tener una
calidad deficiente, lo que puede afectar tanto a su eficacia como a su
seguridad.
Las webs ilegales, además, pueden vender medicamentos no autorizados, importados ilegalmente o que han sido retirados del mercado por producir efectos adversos.
En muchas ocasiones el medicamento se recibe sin etiquetado o sin
prospecto, o están en otro idioma, lo que incide en la eficacia y
seguridad del tratamiento ya que una información correcta y evaluada por
las autoridades sanitarias es esencial para el buen uso del mismo.
Es frecuente que en muchos de los sitios web que venden ilegalmente medicamentos se vendan libremente medicamentos que necesitarían receta.
Esto supone un riesgo para la salud de los consumidores ya que la
prescripción asegura que el paciente ha sido examinado por su médico,
quien ha realizado el diagnóstico, indicado el tratamiento adecuado, una
vez valoradas las posibles interacciones con otros fármacos y además,
que el paciente ha sido debidamente informado.
Existen unos requisitos que deben cumplir las webs de farmacias regulados por la Ley de servicios de la sociedad de la información,
a fin de dotar de mayor seguridad a la venta de medicamentos online. Y
además debe aparecer la siguiente información en la web:
- Datos sobre el titular de la farmacia que a su vez debe ser titular del dominio
- Datos de la autorización administrativa de la farmacia
- Información sobre el tiempo estimado de entrega de los medicamentos
- Información sobre los medicamentos que van a dispensarse con referencia al listado previsto en la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios
- Enlaces a la donde constan todas las farmacias autorizadas
- y Precio total de los medicamentos que van a dispensar,… entre otros contenidos.
Estas webs deberán disponer de un logotipo que será común en toda Europa que acreditará la legalidad de la farmacia, logotipo que ha sido aprobado por la Comisión Europea
el pasado 24 de junio de 2014. Dicho logotipo será otorgado por las
autoridades competentes, una vez comprobado el cumplimiento de todos los
requisitos legales que aseguran que los medicamentos adquiridos reúnen
las garantías de calidad, seguridad y eficacia.
Toda farmacia que realice la venta a distancia de medicamentos de una manera legal deberá exhibir claramente el logotipo verde en su web. Pulsando en ese logotipo, los usuarios pueden comprobar la autenticidad de la farmacia. En caso de ventas fuera de España y sólo para el marco europeo, éstas deberán a su vez cumplir la normativa sobre los medicamentos del país al que van destinados.
Un tema importante en la dispensación de medicamentos es la trazabilidad de este proceso. En este sentido, la farmacia ha de guardar durante al menos 2 años un registro de todos los pedidos suministrados
constando la identificación del medicamento dispensado, la cantidad
dispensada, la fecha de envío y los datos del comprador, así como la
dirección de entrega y nombre del farmacéutico responsable de la
dispensación. Se establecen graves sanciones para todas aquellas
farmacias que vendan medicamentos contraviniendo esta regulación.
Para más información puede consultarse la campaña: “No compres medicamentos en webs ilegales. Es un error fatal para tu salud” en la página web de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) donde se pueden consultar más datos sobre esta práctica insegura.
Grupo de Trabajo en Seguridad del Paciente de la semFYC
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