martes, 8 de junio de 2021

(JAMA Intern Med) Dolor pélvico crónico. Para pacientes.

https://jamanetwork.com/journals/jamainternalmedicine/fullarticle/2778534

¿Qué es el dolor pélvico crónico?

El dolor pélvico crónico (DPC) es un dolor debajo del ombligo que dura al menos 6 meses y puede afectar la calidad de vida en muchas áreas, incluido el bienestar emocional, sexual y económico. Es una afección común que afecta con mayor frecuencia a las mujeres, pero puede afectar a personas de todo el espectro de género. ¿Qué causa la CPP? El dolor pélvico crónico es complejo. A menudo, la causa no es obvia. A veces, puede ser causado por más de una afección o puede afectar a varios órganos del cuerpo. A veces, la fuente de CPP no es la pelvis en sí. Por ejemplo, puede estar relacionado con vías del sistema nervioso que afectan la forma en que experimenta el dolor. ¿Cómo se diagnostica la CPP? Su profesional de atención primaria le hará preguntas sobre sus síntomas e historial médico. Esto puede incluir una revisión de cualquier experiencia traumática pasada o daño sexual. También harán un examen físico, incluido un examen pélvico o con espéculo. Su médico puede solicitar pruebas de laboratorio o de diagnóstico por imágenes adicionales, como una ecografía. En algunos casos, se recomienda un procedimiento laparoscópico como parte de la evaluación. ¿Cuáles son algunos de los tratamientos disponibles para aliviar la CPP? El tratamiento se centra en reducir los síntomas y mejorar la calidad de vida. A veces, su médico identificará una sola causa de CPP y los tratamientos pueden dirigirse a esta causa. Más comúnmente, una combinación de estrategias de tratamiento proporcionará los mejores resultados. Medicamentos: los analgésicos antiinflamatorios como el ibuprofeno y el naproxeno pueden proporcionar cierto alivio. Hable con su médico antes de tomar estos medicamentos. Los medicamentos que se dirigen al sistema nervioso, como la gabapentina y ciertas clases de antidepresivos, también pueden ayudar. Los opiáceos como la oxicodona y la hidrocodona generalmente no se recomiendan para el dolor crónico. No son eficaces y conllevan graves riesgos. Modalidades físicas: la fisioterapia que se dirige específicamente a los músculos del suelo pélvico puede ser beneficiosa. Esto puede incluir ejercicios específicos o técnicas de biorretroalimentación para ayudar a aliviar la tensión muscular y fortalecer los músculos del piso pélvico. La terapia sexual puede ayudar a algunas mujeres que experimentan molestias durante las relaciones sexuales. Los estiramientos, los masajes y la actividad física regular pueden ser efectivos como parte de una estrategia integral. La acupuntura también puede ser útil. Procedimientos: si hay áreas específicas donde siente dolor (llamados puntos gatillo), puede beneficiarse de que le inyecten un medicamento anestésico directamente en esos lugares. Algunas causas específicas de CPP, como la endometriosis o los fibromas, pueden aliviarse con cirugía. En casos raros, la histerectomía (cirugía para extirpar el útero) es una opción, pero los resultados pueden variar. Salud conductual y habilidades de afrontamiento: debido a que la experiencia del dolor crónico puede tener un fuerte efecto en la salud emocional, trabajar con un terapeuta para desarrollar habilidades de afrontamiento saludables es uno de los tratamientos más recomendados. La evidencia es más sólida para un tipo de terapia llamada terapia cognitivo-conductual. También hay grupos de apoyo en línea para CPP disponibles, y puede haber grupos locales en su área.


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