Las válvulas cardíacas artificiales se utilizan para reemplazar las válvulas cardíacas que se han dañado con la edad o por ciertas enfermedades o anomalías congénitas.
Enfermedad de las válvulas cardíacas Las 4 válvulas del corazón ayudan al corazón a funcionar correctamente al garantizar que la sangre se bombee en la dirección correcta cuando el corazón se contrae. A veces, estas válvulas pueden apretarse, lo que impide que la sangre fluya hacia adelante. Estas válvulas también pueden tener fugas, lo que permite que la sangre fluya hacia atrás. Estos problemas son causados por el desgaste con el paso del tiempo, ciertas enfermedades como la cardiopatía reumática o anomalías congénitas (afecciones con las que nace alguien). Si no se tratan, las válvulas defectuosas pueden causar complicaciones potencialmente mortales, como insuficiencia cardíaca, ritmos cardíacos irregulares y accidente cerebrovascular. Para evitar estos problemas, es posible que sea necesario reparar o reemplazar las válvulas dañadas. Al realizar una cirugía de reemplazo de válvula, un cirujano puede usar una válvula mecánica o una válvula de tejido. Válvulas mecánicas La principal ventaja de una válvula mecánica es la durabilidad; estas válvulas rara vez requieren reemplazo y, a menudo, duran el resto de la vida del paciente. Una válvula mecánica es adecuada para pacientes jóvenes con una esperanza de vida prolongada, que pueden necesitar la válvula durante muchos años. El principal inconveniente de una válvula mecánica es la tendencia a que se formen coágulos de sangre en sus superficies metálicas, lo que puede provocar complicaciones graves, como un ataque cardíaco o un derrame cerebral. Los pacientes con una válvula mecánica requieren medicamentos anticoagulantes de por vida, pruebas de laboratorio de rutina y modificaciones en el estilo de vida, como limitar la actividad física intensa. Válvulas de tejido En la práctica contemporánea, la mayoría de las válvulas de tejido se construyen a partir del pericardio (el saco que rodea el corazón) de cerdos o vacas. Los pacientes con una válvula de tejido no requieren medicamentos anticoagulantes de por vida, ya que los coágulos de sangre son mucho menos comunes. La principal preocupación con una válvula de tejido es el deterioro de la válvula. Las válvulas de tejido no son tan duraderas como las válvulas mecánicas, y es más probable que los pacientes que reciben una válvula de tejido requieran una operación posterior para reemplazar la válvula cuando falla. Las válvulas de tejido se recomiendan generalmente para pacientes mayores de 65 años o con enfermedades que limitan la vida. Opciones de tratamiento Históricamente, la cirugía de reemplazo valvular se ha realizado a través de una incisión en el pecho (esternotomía media). Recientemente, se ha utilizado un enfoque menos invasivo. Dependiendo de qué válvula necesite reemplazo, también se puede implantar una válvula artificial mediante un abordaje transcatéter: insertando un catéter en el corazón a través de la arteria femoral en la ingle e implantando la válvula a través del catéter. Este enfoque permite una recuperación más rápida y un regreso más rápido a las actividades normales. El abordaje transcatéter se diseñó para pacientes mayores y más enfermos, que se espera que tengan un alto riesgo de muerte o complicaciones importantes después de una cirugía a corazón abierto. El reemplazo valvular transcatéter también puede ser un enfoque razonable en algunos pacientes de riesgo intermedio y bajo. Existen limitaciones de los procedimientos transcatéter. Solo se pueden utilizar válvulas de tejido con un abordaje transcatéter. Su durabilidad en comparación con las válvulas implantadas quirúrgicamente aún no se conoce dado que esta técnica es relativamente nueva. Los pacientes con una válvula cardíaca artificial tienen un mayor riesgo de desarrollar una infección de la válvula (endocarditis infecciosa) y deben discutir los procedimientos dentales planificados con su cardiólogo y dentista para determinar la necesidad de antibióticos de antemano.
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