En primer lugar debe de quedar claro que el ibuprofeno es un medicamento seguro si se utiliza bien, sirve para calmar el dolor, para bajar la fiebre y como antiinflamatorio, se puede administrar a bebés desde los seis meses, se comercializa en diferentes presentaciones, en jarabe para los niños que se dosifica según el peso y en comprimidos o sobres granulados para adultos y niños de mayor peso en dosis de 100 y 200 para niños y de 400 y 600 para adultos. También lo podemos encontrar combinado con Arginina (Espidifen) que potencia su efecto analgésico.
Al igual que todas las medicinas, el ibuprofeno tiene sus propiedades beneficiosas pero también tiene sus efectos secundarios por eso cuando se utiliza siempre hay que poner en una balanza cual es el beneficio que nos aporta y cual es el riesgo al que nos exponemos y nos debemos inclinar hacia el lado que tenga más peso.
Entre los efectos secundarios que nos podemos encontrar se encuentran molestias digestivas, riesgo de hemorragia digestiva, aumenta el riesgo de eventos cardiovasculares a altas dosis, puede producir insuficiencia renal, puede agravar o desencadenar problemas respiratorios en pacientes asmáticos (como todos los antiinflamatorios) y otros efectos dependiendo de la dosis que se administre, de las características personales de la persona que lo toma y del tiempo que dure el tratamiento.
Con la noticia que ha salido a los medios en estos días la Agencia Española del Medicamento trata de explicar lo siguiente:
- No se deben administrar dosis altas de ibuprofeno en pacientes con alguna enfermedad cardiovascular grave como la insuficiencia cardíaca, la cardiopatía isquémica, la enfermedad arterial periférica o la enfermedad cerebrovascular, es decir en personas con problemas de corazón o que hayan sufrido un ICTUS fundamentalmente.
- Antes de comenzar con un tratamiento con ibuprofeno a largo plazo se debe evaluar cuidadosamente cual es el riesgo cardiovascular del paciente por parte del médico, y por supuesto no debemos de realizar un tratamiento prolongado por nuestra cuenta sin contar con el médico.
Según los diversos estudios que han consultado en el Ministerio de Sanidad para lanzar esta alerta han llegado a las siguientes conclusiones:
- El riesgo de trombosis arterial existe a partir de la ingesta de 2.400 mg al día, esto supondría mas de 4 pastillas de Ibuprofeno de 600 al día.
- La dosis de hasta 1.200 mg al día que son 2 comprimidos de Ibuprofeno 600 no suponen un incremento del riesgo cardiovascular.
- El ibuprofeno puede interaccionar con la aspirina disminuyendo su efecto antiplaquetario, por tanto en personas que toman acido acetilsalicílico a dosis de antiagregante plaquetario (para poner la sangre menos densa) puede disminuir el efecto de la misma.
Por eso y a modo de conclusión debe de quedar claro que el ibuprofeno debe tomarse cuando realmente se necesite, a una dosis correcta, con precaución en personas con problemas cardíacos o que hayan sufrido un ICTUS, utilizar con cuidado también en personas con riesgo cardiovascular, que son entre otros los hipertensos, diabéticos, obesos y fumadores; no superar nunca los 1.200 mg al día , es decir no tomar más de dos ibuprofeno de 600 al día, no prolongar los tratamientos con ibuprofeno durante mucho tiempo y contar con el médico si se debe prolongar.
En el tiempo que llevo ejerciendo me he encontrado a mucha gente que se toma un ibuprofeno de forma habitual ante la menor molestia para encontrarse mejor debido a su gran poder analgésico, me he encontrado casos de insuficiencia renal y de hemorragias digestivas debido a su uso, pero también me he encontrado con lesiones que han respondido muy bien al tratamiento con ibuprofeno y con fiebres elevadas que se han conseguido bajar. Con esto os quiero decir que el ibuprofeno al igual que otras medicinas está para utilizarlo cuando se necesite, con una dosis adecuada y siempre y cuando no haya ninguna característica especial en las persona que contraindique su indicación.
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