Debido
al ritmo acelerado de nuestro estilo de vida, la infinidad de
propósitos que queremos cumplir para llevar una vida saludable es algo
muy lejano. Es muy importante recordar que nos tenemos que sentir bien
para poder realizar con energía nuestro día a día.
Todos
sabemos que cuando dormimos menos de un determinado número de hora, nos
sentimos cansados, de mal humor y no muy preparados para empezar con
nuestro día a día. Si el insomnio es esporádico, algunos pequeños
cambios en el estilo de vida pueden ser de ayuda para, por la noche,
descansar. Si la falta de sueño es un problema crónico o si te
despiertas cansado muchas mañanas, entonces se recomienda una evaluación
médica.
A continuación se incluyen algunos consejos sobre cambios de estilo de vida que pueden ser de gran utilidad:
- Levantarse y acostarse siempre a la misma hora, incluidos los fines de semana y vacaciones:
Establecer
una cantidad regular de horas para permanecer en la cama durante la
noche. Intenta determinar el tiempo que necesitas para una noche de
descanso en la cama y ajusta tus actividades para cumplir con esos
tiempos. el ciclo vigilia – sueño está basado en la hora en la que te
levantas. Por ese motivo, permaneciendo en la cama más tiempo del
habitual después de una noche de sueño pobre, es posible que también se
altere el sueño del la noche siguiente.
Foto: Es aconsejable levantarse y acostarse siempre a la misma hora.
- Evitar siestas durante el día:
Trata
de evitar la siesta o disminuir su duración a no más de 20-30 minutos.
Coloca un despertador o hazte llamar por alguien. No confíes en que
despertaras automáticamente.
- Realiza ejercicio físico regularmente durante al menos 1 hora al día:
Con
la luz solar, preferentemente por la tarde y siempre al menos tres
horas antes de ir a dormir. También son aconsejables algunos ejercicios
suaves al aire libre, como natación o ciclismo. Trata de ser activo, aún
en lugares cerrados; por ejemplo, si sientes somnolencia al ver la TV
durante el día, interrumpe y trata de emprender otra actividad que te
despeje.
- Adquiere hábitos saludables que te permitan relajarte antes de ir a la cama:
Evita
el alcohol, la nicotina, la cafeína y otros estimulantes a última hora
de la tarde y por la noche. Separar la hora de acostarse de la de la
cena, al menos 2 horas y evitar cenas copiosas. Un vaso de leche,
galletas o un trozo de queso antes de acostarse puede ser beneficioso.
No tomar antes de acostarse chocolate, grandes cantidades de azúcar ni
líquidos en exceso. Si te despiertas a mitad de la noche no comas nada.
Evita realizar ejercicios intensos o utilizar el ordenador en las dos
horas previas al sueño nocturno. Evita realizar en la cama actividades
tales como: ver la TV, leer y escuchar la radio.
- Garantiza un ambiente cómodo para dormir:
A
la hora de dormir, hazlo solamente en la habitación destinada y
preparada para ello. Sería ideal contar con una habitación tranquila,
confortable, bien ventilada y con una temperatura adecuada. Alfombras y
cortinas pesada ayduan a disminuir los sonidos y dan al ambiente la
oscuridad necesaria para favorecer el reposo.
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