miércoles, 29 de diciembre de 2021

(JAMA) Hoja informativa para el paciente: Gota.

https://jamanetwork.com/journals/jama/fullarticle/2787544

La gota es una forma de artritis causada por la acumulación de cristales de ácido úrico en el cuerpo.

La gota puede causar inflamación aguda de una o más articulaciones (brote de gota) y, en casos graves, puede provocar daño articular permanente (artritis gotosa crónica). Los cristales de ácido úrico también pueden formar depósitos duros y grumosos en la piel llamados tofos. ¿Qué tan común es la gota? La gota afecta a aproximadamente 9,2 millones de personas en los EE. UU. (Alrededor del 3,9% de la población adulta). Es más común en hombres y personas mayores. ¿Qué causa la gota? Las personas con gota tienen niveles elevados de ácido úrico en sangre, una sustancia que se produce durante la digestión de ciertos alimentos y bebidas (como carnes rojas, mariscos, alcohol y bebidas azucaradas). Sin embargo, la mayoría de las personas con niveles altos de ácido úrico no desarrollan gota. Otros factores de riesgo de gota incluyen factores metabólicos y genéticos, obesidad, presión arterial alta, enfermedad renal crónica y ciertos medicamentos (diuréticos). Signos y síntomas de un brote de gota Un brote de gota generalmente ocurre en el lapso de unas pocas horas con dolor, enrojecimiento, calor e hinchazón en una articulación que se desarrolla debido a la presencia de cristales de ácido úrico. A menudo, un brote de gota involucra una sola articulación (más comúnmente el dedo gordo del pie), pero a veces puede afectar múltiples articulaciones, incluidas las de los pies, los tobillos, las rodillas y las muñecas. Un brote de gota tiende a durar varios días; para la mayoría de los pacientes, desaparece durante 2 semanas sin tratamiento. Con el tiempo, los ataques repetidos pueden dañar la articulación y provocar artritis gotosa crónica. Diagnóstico de gota La gota generalmente la diagnostica un profesional médico mediante una evaluación del historial médico del paciente y un examen físico. Es posible que se analicen los niveles de ácido úrico en sangre y se pueden realizar radiografías para evaluar la presencia de artritis en la articulación. A veces, se puede extraer líquido de una articulación inflamada para buscar cristales de ácido úrico bajo un microscopio. Tratamiento de la gota No existe cura para la gota. Sin embargo, los brotes de gota se pueden tratar con medicamentos antiinflamatorios (como colchicina, medicamentos antiinflamatorios no esteroides [AINE] como ibuprofeno o esteroides orales). Estos medicamentos pueden reducir el dolor agudo y la hinchazón y, por lo general, se administran durante varios días o semanas hasta que haya remitido un brote. Para disminuir el riesgo de futuros brotes de gota, se pueden usar medicamentos (como alopurinol, febuxostat y probenecid) para reducir los niveles de ácido úrico en el cuerpo. Estos medicamentos se toman a largo plazo. Manejo de los factores de riesgo de la gota Se deben realizar modificaciones dietéticas para reducir la ingesta de alcohol, bebidas azucaradas y alimentos que aumentan el ácido úrico (carnes rojas o mariscos). La pérdida de peso en personas con sobrepeso u obesidad con gota da como resultado niveles más bajos de ácido úrico y disminución de los síntomas de la gota. Además, el manejo de la presión arterial alta, el uso cuidadoso de diuréticos y mantenerse bien hidratado pueden ser útiles para prevenir los brotes de gota.



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