martes, 26 de enero de 2016

Sala de espera. Doctor, ¿padezco de colesterol?

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El riesgo de sufrir un infarto o un ictus está directamente relacionado con los niveles de colesterol en sangre.

El colesterol es una sustancia grasa (un lípido) presente en todas membranas que recubren las células del organismo por lo que es indispensable para la vida. Pero también es necesario porque el cuerpo lo necesita para fabricar hormonas, ácidos biliares, vitamina D, y otras sustancias. Sin embargo, el aumento del colesterol en la sangre y su depósito en las arterias puede ser peligroso y producir ateroesclerosis (estrechamiento o endurecimiento de las arterias por depósito de colesterol en sus paredes).
La mitad de la población adulta de nuestro país tiene el colesterol elevado
Según el estudio ENRICA (Estudio de Nutrición y Riesgo Cardiovascular en España), la mitad de la población adulta de nuestro país tiene el colesterol elevado.
La mayor parte de nosotros producimos más colesterol en nuestros cuerpos (aproximadamente el 75-80% del colesterol que tenemos) que el que consumimos con los alimentos (que representa aproximadamente el 20-25% de colesterol que tenemos).
El colesterol no es soluble en los medios acuosos (como la sangre) por lo que para ser transportado el organismo usa las llamadas lipoproteínas, formadas por una parte lipídica (o grasa), otra acuosa y otra proteica.
Aunque existen varios tipos diferentes de lipoproteínas, dos son las más importantes que trasportan el colesterol en la sangre:
  • Lipoproteínas de baja densidad o LDL (Low density lipoprotein = LDL), que también se conocen como colesterol "malo". La mayor parte del colesterol en sangre es colesterol LDL (c-LDL). Son las lipoproteínas encargadas de transportar el colesterol a los tejidos para su utilización, incluyendo las arterias.
  • Lipoproteínas de alta densidad, o HDL (High density lipoprotein = HDL), también conocidas como colesterol "bueno", son las encargadas de recoger el colesterol de los tejidos y transportarlo al hígado para su eliminación a través de la bilis y las heces. Un nivel bajo de colesterol HDL (c-HDL) aumenta el riesgo de enfermedad cardiovascular.


Tener mucho colesterol "malo" (LDL) facilita que las moléculas que lo transportan en sangre entren a la pared de las arterias, allí, como no están protegidas por los antioxidantes de la sangre, se oxidan, lo que provocan una respuesta inflamatoria y de esta manera las LDL se acumulan en el interior de las paredes de los vasos sanguíneos formando las "células espumosas", y esta acumulación es el primer paso para la formación de la placa de ateroma, provocando el estrechamiento o endurecimiento de las arterias. Esto a su vez va dificultando el paso de la sangre por esa arteria hasta que se termina obstruyendo e impidiendo que el oxígeno llegue a ese órgano. También puede ocurrir que se rompa esa placa (por ejemplo por un aumento de la tensión arterial) lo que ermite que la sangre circulante se ponga en contacto con los elementos constitutivos del interior de la placa provocando un trombo que produce un obstrucción aguda de esa arteria. Según donde se produzca esa obstrucción puede generarse una angina o infarto (si se producen en el corazón) o un ictus (si se produce en el cerebro). Por eso, cuanto mayor sea el nivel de colesterol LDL en sangre, mayor es el riesgo de enfermedad cardiovascular.


Llegados a este punto, lo importante es decir que para disminuir nuestro riesgo cardiovascular y, por tanto, la posibilidad de desarrollar una enfermedad cardiovascular debemos, entre otras cosas, disminuir nuestro colesterol malo o LDL y aumentar nuestro colesterol bueno o HDL.


¿Cuáles son los niveles deseables de uno y otro colesterol? Te los presentamos en la siguiente tabla.


¿Cómo podemos disminuir los niveles de colesterol malo y aumentar los niveles de colesterol bueno? Eso te lo explicamos en otro artículo…

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