miércoles, 20 de enero de 2016

Un riesgo que podemos disminuir… el riesgo cardiovascular: Sala de espera, un blog escrito por Pedro Martín.

El cálculo del riesgo cardiovascular ayuda a predecir el riesgo de mortalidad por enfermedades cardiovasculares.

Según los datos de INE (Instituto Nacional de Estadística) la enfermedad cardiovascular sigue manteniéndose como la primera causa de defunción en España por encima del cáncer y de las enfermedades respiratorias. Tal es así que las enfermedades cardiovasculares matan 65 veces más que los accidentes de tráfico. En Canarias la tasa de mortalidad por las enfermedades cardiovasculares es del 22,85 por ciento, lo que sitúa al archipiélago como la comunidad autónoma con menor tasa de defunciones, pero sigue siendo también la primera causa de mortalidad en Canarias.
En Canarias las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de mortalidad en el conjunto de la población.
Hasta hace algo más de una década, las recomendaciones clínicas en la prevención cardiovascular iban dirigidas fundamentalmente al manejo independiente de sus factores de riesgo (FR) ("estrategia unifactorial"), especialmente hacia la hipertensión y la hipercolesterolemia. Esta estrategia presentaba importantes limitaciones, tales como, no considerar la interdependencia o el efecto multiplicador y sinérgico que presentan los distintos factores de riesgo al presentarse en una misma persona ("estrategia multifactorial").
La enfermedad vascular aterosclerótica (EVA) como una única entidad nosológica con carácter multifactorial ha ido cobrando cada vez mayor importancia en los últimos años. En este contexto, la cardiopatía isquémica, el ictus aterotrombótico, la claudicación intermitente, la estenosis carotídea, etc., son interpretadas como distintas manifestaciones de esta única entidad nosológica: la enfermedad vascular ateroesclerótica.



En este contexto surge el concepto de riesgo cardiovascular, que se define como la probabilidad que tiene un individuo de sufrir una de estas enfermedades dentro de un determinado plazo de tiempo (generalmente 5 o 10 años ) y esto va a depender fundamentalmente del número de factores de riesgo (definidos como aquellos que permiten establecer una relación de causa-efecto con respecto a la enfermedad vascular) que estén presentes en un individuo.
Los factores de riesgo se clasifican en dos grandes grupos: factores modificables (podemos intervenir para evitarlos) y factores no modificables (no podemos intervenir).


Los factores de riesgo de edad, sexo, raza y antecedentes personales de haber padecido una enfermedad vascular aterosclerótica, no ofrecen por sí mismos la posibilidad de intervenir sobre ellos para modificar el riesgo (factores de riesgo no modificables).
De los factores de riesgo modificables, el tabaquismo, la hipertensión arterial, la dislipemia y la diabetes son los que determinan el mayor porcentaje de aparición de enfermedad vascular aterosclerótica.
El Tabaquismo, la Hipertensión Arterial, la Dislipemia y la Diabetes son los factores de riesgo cardiovasculares "mayores" modificables que se utilizan para la estimación del RCV mediante la tabla de cálculo de riesgo. Otros factores que también podemos modificar son el sobrepeso y la obesidad, el sedentarismo, el abuso de alcohol y la ansiedad/estrés.
El hecho de coincidir en una misma persona varios factores de riesgo aunque sea de forma mínima, el riesgo se multiplica de forma exponencial, no se suma. Es necesario por tanto tratar todos y cada uno de los factores de riesgo que están presentes para que realmente este riesgo disminuya.
Por ello es de gran interés establecer fórmulas matemáticas que permitan cuantificar este riesgo cardiovascular para identificar a aquellas personas con riesgo elevado pues en estos habrá que actuar de forma rápida y enérgica para controlar esos factores y de esta forma prevenir o retrasar la aparición de la enfermedad.
En los grupos de población con riesgo bajo el objetivo es tener un estilo de vida saludable que mantenga ese bajo riesgo.


RECOMENDACIONES PARA MEJORAR TU RIESGO CARDIOVASCULAR
Hay cosas que tú mismo puedes hacer desde hoy mismo para disminuir todos esos factores de riesgo:
  • Si fumas, debes dejarlo lo más pronto posible. Aun fumando poco estarás multiplicando los riesgos de padecer ataques cardiovasculares o cerebrales. Si no puedes hacerlo, busca ayuda. Evita también consumir cualquier tipo de sustancia tóxica.
  • Lleva una alimentación equilibrada y variada. Rica en verduras, frutas, cereales, y legumbres. Utiliza aceite de oliva y consume más pescado que carne. Reduce el consumo de sal y azúcares refinados de su dieta (reposterías, dulces, bollería).
  • Realiza ejercicio físico periódico intentando ser constante, de tipo aeróbico (paseos, bici, cinta, piscina, patinaje) y de forma regular (varios días por semana). Busque algún ejercicio o actividad que le guste.
  • El consumo de alcohol no debe ser habitual y elevado.
  • Aprende a controlar el estrés.
  • Controla tu peso (calcula tu índice de masa corporal), prestando atención a la grasa del abdomen (perímetro abdominal). Márcate objetivos alcanzables, recuerda que pequeños descensos de peso son buenos para tu salud cardiovascular.
  • Vigila periódicamente el azúcar, el colesterol y la tensión arterial.
En los casos en los que con todo esto no se pueda controlar o suprimir los factores de riesgo, entonces puede que sea necesario añadir la toma de determinados fármacos. En ese caso deberá valorarlo tu médico. Y recuerda que si te indican una medicación confirma el tiempo que debes tomarla y el motivo por el que se te prescribe. No suspendas los tratamientos que se te han indicado.

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